María y Belén Vaz Araújo lideran la segunda generación de un doble negocio de moda en el centro de la villa
11 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Dona Bela y Modas San José son dos negocios de ropa que están uno enfrente del otro en el centro de Verín, en las inmediaciones de la praza de García Barbón. Están regentados por dos hermanas, María y Belén Vaz Araújo, que son la segunda generación de un negocio familiar que tiene cuatro décadas de historia en la villa del Támega.
Su apuesta se centra en la atención personalizada del comercio local y está enfocada a topo tipo de ropa de hombre y mujer, aunque su punto fuerte son las ceremonias. Su propuesta atrae a familias de toda la comarca, pero también de Benavente, Xinzo o Viana do Bolo. «Entre las dos tiendas, una familia entera, excepto los niños, puede salir completamente vestida para un evento», explica María Vaz Araújo. Para ambos negocios la temporada más fuerte es la de primavera y verano, que es cuando se concentran las ceremonias.
Ropa masculina nacional
Modas San José es un punto de referencia para el comercio local en Verín y en el resto de la comarca. Situado en la praza García Barbón, el negocio abrió sus puertas hace más de cuarenta años. De su enfoque inicial para hombre y mujer, pasó a especializarse en ropa masculina. Al frente del negocio se encuentra Belén Vaz Araújo, que tras estudiar Arquitectura de Interiores decidió regresar a su Verín natal para ponerse al frente del negocio familiar. «Era una tienda que funcionaba muy bien y, al final, valoras si te compensa seguir en la ciudad en un trabajo por cuenta ajena o si es mejor trabajar en casa y para ti misma. Yo al final lo tuve claro», explica Belén.
Al igual que en el caso de su hermana mayor, Modas San José está dirigido a un público a partir de la mediana edad, aunque es cierto que también cuentan con prendas casual, como pantalones vaqueros o sudaderas. «Acogemos a un público muy amplio, desde padres a hijos aunque es cierto que la mayoría son clientes que tienen a partir de las 40 años. Tenemos muchos casos de padres que vinieron a comprarse el traje para su boda y ahora vuelven con sus hijos. Son clientes de toda la vida de este negocio tan arraigado en Verín», señala Belén Vaz.
A la hora de la oferta de ropa que tienen para sus clientes, la emprendedora verinense aclara que dan prioridad a las marcas nacionales sobre las que vienen de fuera: «Cada vez es más complicado, porque cierran más fábricas en España. Son productos que a veces tienen un precio ligeramente mayor, pero los clientes que lo valoran porque saben que son de mayor calidad», concluye.
Mujeres a partir de 35
En Dona Bela, la propuesta de ropa de mujer se centra en un público objetivo que arranca a partir de los 35 años, aunque también cuentan con líneas de ropa que pueden encajar en clientas más jóvenes. Tienen desde ropa para ceremonias hasta prendas casuales para el día a día. «Ofrecemos una muy buena relación entre la calidad y el precio de nuestras marcas. Trabajamos, fundamentalmente, con ropa que se fabrica en España», señala María.
Ella explica que se crio detrás del mostrador del negocio que abrieron sus padres. Hace nueve años, tomó el relevo en Dona Bela. Se trata del segundo local que abrió la familia verinense, toda vez que la buena acogida de la clientela en el original Modas San José hizo que tuvieran que buscar más espacio. «La actividad comenzó en el local de San José, donde mis padres tenían tanto ropa de mujer como de hombre, pero al final tuvimos que ampliar. Pese a que son dos negocios, con dos nombres distintos, trabajamos de forma coordinada y nos ponemos de acuerdo para las entregas de la ropa, en caso de las ceremonias», señala María. En lo que respecta a la tienda dedicada al público femenino, María Vaz Araújo explica: «Uno de nuestros puntos fuertes es que tenemos todo tipo de ropa para mujeres que usan desde la talla 38 hasta la 59».
A la hora de señalar el punto fuerte del comercio local, la propietaria de Dona Bela lo tiene claro: «De nuestras tiendas el cliente sale con todo listo y la ropa arreglada, en caso de que lo necesite. No es como cuando compras por internet, que te llega la ropa y luego muchas veces no te queda bien y tienes que arreglarla».