Los dos zagueros criados en Lezama tienen lazos en el municipio ourensano
16 jul 2024 . Actualizado a las 19:13 h.El vínculo migratorio del pequeño municipio ourensano de Vilardevós con las provincias vascas, desde hace varias generaciones, ha ofrecido un nutrido rendimiento en historias futbolísticas, incluida la relación con dos de los protagonistas del campeonato de Europa que conquistó la selección española en Berlín, Dani Vivian y Aymeric Laporte.
En la parroquia de Berrande, que en su día fue un próspero enclave, es fácil encontrar a vecinos con los apellidos Vivián o Barreira, muchos de ellos vinculados al central del Athletic. En el caso de Paco, el jubilado que se ganó la vida en Derio, fue sincero: «Como mucho somos familia lejanísima, por los apellidos, pero solo me considero un amigo. El abuelo, recientemente fallecido, creció en esa casa de enfrente. Aún lo vi el pasado septiembre, cuando vino con su mujer y su hijo. Siempre nos invitábamos al café y hablábamos de fútbol. Ahora queda poca gente en el pueblo y la mayoría emigramos a las ciudades vascas o a pueblos cercanos».
Algunos de los pocos habitantes que estaban en la localidad el domingo siguieron juntos el encuentro en el bar del centro social, aunque no pudieron ver a Dani hasta que comenzaron las celebraciones por el título.
Más intensa fue la velada cerca de allí, en la capitalidad de Vilardevós, donde reside la familia de Sara Botello, pareja de Aymeric Laporte. Nacida en Bilbao, conoció allí al central que reclutaron los leones al verlo en la selección de Aquitania. Tuvo que aguardar hasta cumplir los 16 para llegar a Lezama e iniciar una carrera que lo llevó a la primera plantilla del Athletic Club, al combinado nacional español, al Manchester City y Al-Nassr, junto a Cristiano Ronaldo.
María del Mar, madre de Sara, explica que en la terraza de casa siguieron la final de Berlín y celebraron el éxito en familia: «Teníamos hasta la bandera de España con el nombre de Vilardevós, que se llevaron hoy mismo —por ayer— mi hermana y mi cuñado. Nuestro hijo Iker estaba en Alemania con su hermana, pero los dos están enamorados de esta casa y vienen siempre que pueden desde pequeños. Aquí tienen su cuadrilla y lo pasan en grande».
Aunque Sara, bailarina profesional, ha recorrido distintos rincones del mundo con Aymeric, ha declarado en más de una vez su predilección por los paisajes ourensanos y, en especial, por «los mejores atardeceres», los que puede contemplar en su refugio de Vilardevós.
Laporte también ha acudido ya a la localidad en dos o tres oportunidades. Los padres de Sara apuntan que también se marchó satisfecho de la tranquilidad del lugar y, además, cada año cumple con los vecinos por medio de algún presente. Esta vez, la camiseta firmada por el nuevo héroe de la Eurocopa se la quedó Aarón: «Llevaba tiempo pidiéndola y no habíamos podido dársela con anterioridad».
Samanta Barreira destaca que su primo Dani cumplió sus sueños a base de mucho esfuerzo
En el Concello de Verín también encontramos a una de las primas de Dani Vivian. Samanta Barreira es concejala responsable de Cultura, Festexos, Turismo e Conservatorio. Vivió en una auténtica montaña rusa porque su abuelo Francisco falleció antes de que el central jugara la semifinal: «Dixéronllo xusto despois do partido, son sentimentos encontrados para toda a familia, pero a vida é así».
Sobre Dani, hizo hincapié en el valor de los objetivos conseguidos. Y es que el joven nacido en Vitoria se desplazó durante años a Lezama en autobús y metro, hasta que se consolidó en la estructura profesional del Athletic Club: «Vives o seu éxito con emoción e orgullo, ver que alguén a quen queres cumpre os seus soños despois de tanto esforzo e traballo».
Y habrá que seguir atentos, porque en Berrande ya apuntan a un nuevo Vivian que está destacando con solo catorce años en tierras vascas. El mismo abuelo Francisco lo anunció en su última visita al pueblo, resaltando que su calidad era notable.
Algo similar ocurre con la escalada de Laporte, al que también siguen de cerca los vecinos de Sara Botello, como sucede con Manu: «Ahora hasta buscamos en casa los partidos de la liga árabe para verlo con el Al-Nassr». Otros con menos trato personal decían que eran «muy amables y educados». Fue uno de los más vitoreados en los bares del pueblo, donde las banderas se las llevaron los más jóvenes, para festejar la cuarta de los Reyes de Europa. De allí, de Vilardevós.