Velocidad sin contaminación

F. Iglesias O GROVE

PONTEVEDRA

Una docena de carrilanas participaron en la carrera que anualmente se celebra en O Grove La velocidad y la falta de motor son dos circunstancias reñidas en la mayor parte de los casos. Hay dos excepciones, cuando menos, las camas de Meaño y las carrilanas. Las de ayer fueron en O Grove, bajando las laderas del mítico monte A Siradella, que tras un aplazamiento semanas atrás pudieron al fin hacerse con el asfalto de las carreteras locales.

15 sep 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

Una carrilana es un vehículo que tiene ruedas pero no tiene medio de impulsión. Está hecho de manera artesanal, usando la imaginación y, con una parte consustancial del carácter chapuza que suelen tener estos inventos caseros. La competición de O Grove va siendo veterana y sus participantes, algunos repite año tras año, tienen su teima y su veteranía tanto en la construcción como en la conducción de los cacharros más locos y menos contaminantes que circulan por la comarca. En el caso de ayer, la organización estableció dos pasadas. La primera de entrenamiento y la segunda para tomar tiempos. Los participantes, una docena, se lo tomaron a pecho desde el primer momento y con o sin cronómetro buscaron llegar al fondo de la carretera en el menor tiempo posible. Como en la Pasarela Cibeles, se distinguieron dos tipos de modelos. Los primitivos, con ruedas y ejes de madera. Los actuales, que aprovechan hasta una bañera vieja para ponerle dos ruedas de goma y a correr. Ni que decir tiene que estos últimos llevan ventaja a la hora de recorrer el circuito. Pero lo importante no es ganar, sino demostrar que la máquina de cada uno está en disposición de divertir a quién va en ella y a quién la ve pasar. Los curiosos se agolparon en los alrededores de la carretera que une A Siradella con Campos tal que estuvieran en un rally y hasta hicieron apuestas sobre qué carrilanas llegarían al final del recorrido y cuáles precisarían de que sus ocupantes se bajasen a empujar. No hubo accidentes porque todos los conductores son escrupulosos a la hora de ponerse el casco y en eso también dieron ejemplo aunque tuvieran que bajarse a empujar.