El Día del Libro fue para «El código Da Vinci» y «El huerto de mi amada»

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Brown arrasa en las librerías pontevedresas mientras Echenique reina en la biblioteca Las ventas llegaron a multiplicarse por dos con respecto a una jornada normal

23 abr 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

El Día del Libro, pensado como un homenaje a la literatura en general, tiende a polarizarse primando unos títulos sobre otros. Un sondeo realizado ayer por La Voz entre libreros y bibliotecas de Pontevedra pone nombre propio a los protagonistas de la jornada. El código Da Vinci, de Dan Brow, continúa arrasando en las librerías de la ciudad, que despacharon ayer buena parte de las reservas que los libreros habían hecho en los últimos días empujados por un tirón de ventas que alcanzó en algunos casos el 100% de lo habitual en una jornada normal. El nuevo trabajo de José Saramago, Ensayo sobre la lucidez, que el premio Nobel presentará el próximo día 30 en el Teatro Fraga de Vigo, en una de las tres actos que hará en España, fue otro de los libros más demandados por los lectores que optaron por llevarse a casa alguno de los volúmenes de las estanterías de las librerías de la ciudad. Entre los que prefieren la lectura habitual de los tomos de la biblioteca pública, ayer sumida en plena reivindicación para evitar que los usuarios tengan que abonar un cánon por cada libro prestado, triunfa El huerto de mi amada, de Bryce Echenique. Ha sido el libro más demandado, no sólo ayer, sino en los últimos meses. Al escritor le sigue de cerca los pasos Arturo Pérez Reverte, que copa con dos de sus títulos, La reina del sur y El capitán Alatriste, los puestos más altos del ránking. Fiesta y luto El Día del Libro fue una fiesta con tintes de luto. Mientras las casetas centraban el interés en el centro de Pontevedra, buena parte de las bibliotecas de la comarca vivían una jornada de luto. En Marín, los vecinos fueron convocados a través de esquelas simbólicas a secundar una jornada de luto por las presiones de la Sociedad General de Autores de que se cobre por los préstamos de libros. Bien distinta fue la imagen en el servicio de Pediatría del Chop, donde los niños ingresados recibieron libros de regalo.