Medio Ambiente tampoco gastó las partidas del 2008 para playas de la ría

A. Castroverde

PONTEVEDRA

20 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Medio Ambiente hizo con sus presupuestos del 2008 para Pontevedra algo parecido a Fomento: no tocar las partidas específicas para obras concretas. Fondos consignados para las playas de Loira, Lapamán y Agrelo o para zonas como A Barca quedaron sin gastar en los arenales para los que estaban previstos.

Un informe del departamento, enviado al actual subdelegado de la Xunta, José Manuel Cores Tourís, en su etapa de senador, pone de manifiesto el parón inversor en partidas previstas para obras concretas. Así, según el informe, que acaba de darse a conocer, no se tocaron los 400.00 euros para el acondicionamiento y recuperación de A Barca y del domino público, ni los 200.000 para las playas de Agrelo y Lapamán, ni los 100.000 pata la playa de Loira.

Tampoco hay obligaciones reconocidas en la partida de 300.000 euros para Tragove, ni en la de 500.000 para la recuperación de espacios de las playas de Liméns, Nerga y Cabo de Home, ni en la de 1.119.000 euros para la mejora ambiental de la playa de Moaña en la ensenada de Meira. Tampoco figura ningún gasto anotado con cargo a los 200.000 euros para el borde litoral de A Guía en Vigo.

El informe, que aporta datos obtenidos a comienzos de marzo y que fue enviado asimismo a la senadora pontevedresa Dolores Pan y a la ex alcaldesa de Vigo, Corina Porro, revela un gasto cero a lo largo del 2008 en la práctica totalidad de las partidas específicas para la mejora de playas su se exceptúa una actuación en Cambados.

Pero, a pesar de este bajo nivel de gasto productivo, Medio Ambiente asegura, al igual que Fomento, que el porcentaje de ejecución de sus inversiones en la provincia alcanza el 94%. Se apoya para ello en partidas generales sin destino concreto entre las que incluye desde 52.000 euros de obligaciones reconocidas para la estrategia forestal española, 521.000 de reutilización de aguas residuales o 262 de un plan del que no se menciona ni su objeto.

Las obligaciones reconocidas son los créditos comprometidos por el ministerio como consecuencia de un derecho acreedor hacia él que, en estos casos, se genera en favor de empresas que hacen las obras. La ejecución presupuestaria del gasto se mide normalmente como el porcentaje que suponen las obligaciones reconocidas sobre los créditos finales. El grado de ejecución permite apreciar hasta qué punto se gestiona el crédito o gasto solicitado.

En el caso de Medio Ambiente, la inclusión de inversiones reales directas de partidas generales le permite refleja en el informe unas obligaciones reconocidas de 8.281.945 euros con un nivel de ejecución del 95%. El crédito inicial se limita 8.772.410 al no incluir el de las partidas generales de las que luego se computan gastos (ver cuadro).