«Estaré eternamente agradecido con ?la afición por la respuesta que han tenido», dijo el técnico
11 jun 2010 . Actualizado a las 18:16 h.Pablo Alfaro aún no ha deshojado la margarita que marque su futuro. El entrenador del Pontevedra reconoció ayer, tras encontrarse en Pasarón con más de 300 aficionados entregados y con cánticos apoyando su continuidad y la de los jugadores, que la oferta que le presentó el club pasó de ser «informal a ser escrita y seria».
Añadió que tanto la oferta económica como al tiempo «está hecha y mi primera contraoferta es el tipo de equipo que queremos, con qué medios contamos, instalaciones, objetivos... que es lo más importante para mí».
Entiende que las negociaciones no hay que «dilatarlas mucho en el tiempo pero sí lo suficiente como para que por lo menos la gente del club que manda se reúnan, vean de verdad las posibilidades que nos planteemos si quiere ascender de categoría».
También sacó a colación el porqué el equipo lleva «seis o siete años que ha estado siempre en play off y consiguió ascender en solo uno. Qué es lo que se ha hecho muy bien para estar ahí y lo que se debe mejorar para dar el salto...».
La reflexión partía de la eliminatoria contra el Alcorcón, por lo que considera que «es el mejor momento para reflexionar y ser ambiciosos para dar el saltito con mesura y sentido común».
Entiende que la situación económica global no es lógicamente boyante, pero nadie lo está en este momento, por lo que pide también conocer el apoyo y qué involucración pueden tener los accionistas para seguir.
De la afición dijo que «ahora mismo está entregada y que es una bendición el poder contar en esta categoría con un grupo de aficionados que es el mejor capital que no podemos permitirnos el lujo de perderlo, por lo que los que pueden dar con la solución a este tema son los que tienen los medios, la disponibilidad, las ganas y las posibilidades de hacerlo».
De los más de 300 aficionados que se encontró en Pasarón manifestó que nunca lo había visto esto en mi vida ni en Primera División ni en equipos europeos. «Lógicamente, cuando hay prepartido, celebraciones de títulos, de ascensos... la euforia y la ilusión te arrastra, pero cuando te han eliminado, cuando ya han pasado cuatro o cinco días... no tiene explicación. Estaré agradecido eternamente y creo que mis jugadores también por lo que no lo habían vivido nunca».
A la pregunta de si cambiaría mucho la plantilla si continúa al frente del equipo, respondió con un escueto: «Si continuamos, ya veremos», y respondió también también a que si el Pontevedra pone sobre la mesa todos los objetivos que pide «estaría todo mucho más sencillo».