Hasta doce jugadores que la temporada pasada llevaron al equipo al play off de ascenso finalizan contrato
12 jun 2010 . Actualizado a las 11:41 h.No siempre los clubes tienen el control de las plantillas en sus manos al finalizar la temporada. Sin embargo, en esta ocasión el Pontevedra podrá elegir su destino al finalizar contrato el 30 de este mes un total de doce jugadores: son Iván Malón, Caco, Morales, Orlando Quintana, Vázquez, Nevado, Claudio, Padín, Charles, Moreno, Víctor Bravo y Carlos Rodríguez.
Aunque en la mayoría de las ocasiones la última palabra la tiene el entrenador, hay jugadores como Morales, Moreno y Carlos Rodríguez que han tenido un rendimiento muy por debajo del nivel que se esperaba y sus posibilidades de continuar son pocas. En el caso de Carlos Rodríguez, ayer el club ya le comunicó que no cuenta con él para la próxima temporada.
Por el contrario, están al otro lado futbolistas codiciados como Charles, máximo goleador del equipo con 15 tantos, Alejandro Vázquez, Orlando Gutiérrez, Iván Malón, Nevado, Padín y Víctor Bravo, aunque este último ha tenido un final de temporada irregular.
El consejo de administración del Pontevedra espera que la próxima semana Pablo Alfaro dé una respuesta a la oferta que le presentó la entidad granate.
En cualquier caso, no se esperan muchos movimientos después del buen rendimiento que han tenido en el tramo final de la competición que acabó en la segunda eliminatoria del play off frente al Alcorcón.
La explicación del técnico granate de buscar los motivos que han llevado al Pontevedra a participar en siete fases de ascenso y conseguir solo una vez el salto a la Segunda División. Esas seis promociones en las que no se han sacado la rentabilidad que se esperaba debe de servir como reflexión para plantear el futuro. Al margen de que el entrenador aragonés pueda tener en el bolsillo un contrato económicamente superior al que le ofrece el Pontevedra por los tres próximos años y unas instalaciones mejores para trabajar, está en su derecho de analizar los pros y las contras de esta situación.
Pero por encima de quién será el entrenador, fundamental es es que, como reconoció el propio técnico aragonés, esta afición hay que cuidarla hasta el extremo. En el campo de Mendizorroza marcó un antes y un después que le llevó a estar entre los mejores de la categoría y a partir de ahora habrá que aprovechar esa sinergia que le lleve por el camino de un club de peso y entidad suficiente para evitar los sobresaltos que le acompañaron a lo largo de esta década.