Desde su despacho de lotería han repartido numerosos premios
13 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Fortuna era, en la mitología romana, la diosa de la suerte. Y, aunque no fuera por eso, la Administración de Lotería número 4 de la ciudad siempre estuvo en manos de mujeres, a pesar de que la familia cuenta también con varios varones. La abrió Carmela Lorente en el año 1977 en la calle García Camba, trasladándose luego a la calle de la Oliva, mientras levantaban un nuevo edificio en su antigua sede. Pero como tardaba más de la cuenta, se trasladaron a su actual emplazamiento, estrenando el edificio. Eso fue ya en el año 1997. «En marzo hará catorce años que estamos aquí», comenta Carmela Díaz, que ahora está al frente del negocio que montó su madre, jubilada en el 2004, y en el que le ayudan sus hermanas.
Están encantadas con el nuevo emplazamiento. «Funciona muy bien porque es un sitio de paso y pueden aparcar un momento y bajar del coche para comprar lotería o sellar las quinielas. Viene gente de Sanxenxo, de Poio... y en García Camba por la tarde no pasaba nadie».
Carmela Díaz dice que su madre repartió muchos premios de la lotería, «pero cuando la cogí yo, también di muchos en los juegos activos, que es lo mío, debe ser porque yo soy muy activa», comenta entre risas antes de explicar que el pasivo es la lotería nacional «que apenas puedes elegir el número, y los activos son la bonoloto, la primitiva, el gordo, el euromillón o la quiniela de fútbol». Esa última es su preferida, «porque estás pendiente de los resultados de los partidos y nunca sabes lo que vas a cobrar hasta que se acaba. A mí me gusta mucho».
Es más, tiene una peña, que se llama QuiniRen -quiniela rentable-, con una peña «en la que hace unas semanas nos tocó una del pleno al 15». «Llevamos tres años con la peña y tenemos sacado algunos pellizquitos, de 13 aciertos, pero en quinielas que no daban mucho dinero».
Y también tiene otra peña del Euromillón, «que por cierto no acertamos nunca nada, es una peña que hacemos aquí, en la administración, jugamos diez números al directo y compra la gente, pero nada, acertamos muy poco. Además, cuando no acertamos, cambiamos los números cada tres semanas, y la semana que se acierta, ya cambiamos de números».
Comenta que la gente juega más en la lotería de Navidad, «es la que más se vende aunque a mí me gusta más la de la semana, de hecho, juego todas las semanas dos números que tenemos aquí abonados».
Anécdotas
Los clientes tienen muchas manías y piden muchas veces números que coincidan con la fecha de la boda, el nacimiento de un hijo, o alguno con el que han soñado. También de los más solicitados son los que acaban en 13, «pero casi nunca me los mandan».
Entre las anécdotas más desagradables -al margen de alguna persona que acude reclamando un premio porque se confunde al comprobar los resultados en el periódico y «vienen y te arman un pollo»-, Carmela fue objeto de un robo a mano armada, «cuando aún estábamos en García Camba. Me apuntó con una pistola, cogió la recaudación, que era poca, y me pidió el carné. Yo le dije que no tenía y en cuanto se fue, corrí detrás de él, pero no lo cogí», recuerda, mientras su hermana María desaprueba su actitud en aquel momento, calificándola de «poco sentido».
En cuanto a premios, en las antiguas pesetas y con su madre al frente, dieron varios grandes de la lotería nacional, concretamente dos primeros y un tercero, de millones de pesetas. Y con el euro tampoco les va mal. Los más altos fueron sendas quinielas en el 2008, de 225.193 y 142.422 euros.
Nombres
El palo es Carmela Lorente Sanjurgo y las astillas, sus hijas, Carmela, Concha, María y Chus Díaz Lorente.
Edades
La madre tiene 93 años muy bien llevados, y sus hijas, 59, 56, 52 y 50 años.
Actividad
Regentan una administración de lotería en la calle Reina Victoria.