El incendio en la zona de Viascón ha consumido en más de 24 horas unas 170 hectáreas
02 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Cotobade vuelve a enfrentarse al fuego y a sufrir sus devastadores efectos. El incendio declarado el jueves en el monte Castelo, en la parroquia de Viascón, no alcanzó la gravedad del ocurrido el 4 de agosto del 2006. Entonces el fuego arrasó unas 800 hectáreas y atrapó a dos mujeres, Celia Golmar Otero, de 75 años, y su hija Marisa Castro Golmar, de 50.
Las dos perdieron la vida aquella fatídica tarde al sufrir un accidente de tráfico en el lugar de Dorna, en la parroquia de Santa María de Sacos, cuando intentaban huir del incendio forestal. «Aquelo foi dantesco. O máis probable é que a causa do accidente fose a falta de visibilidade, que lle impediu incorporarse á estrada N-541», decía el entonces alcalde de Cotobade, el socialista Manoel Loureiro.
El municipio se convirtió en un paraíso calcinado, en la zona cero de la oleada incendiaria que asoló Galicia. Un título maldito que querrían desterrar sus poco más de cuatro mil vecinos. Esa referencia a lo ocurrido hace casi cinco años está desde el jueves en boca de sus habitantes. El fuego iniciado en el monte Castelo, que días atrás ya había sido escenario de varios conatos, no se pudo controlar hasta pasadas más de veinticuatro horas de lucha contra las llamas por tierra y cielo. El primer balance de 35 hectáreas se superó ayer con creces hasta alcanzar las 170 cuando sobre las 18.05 horas Medio Rural lo dio por controlado, aunque todavía estaba activo.
Hasta 64 medios participaron en las labores de extinción de un fuego en el que Cotobade perdió ya, recién estrenado el verano, una superficie que representa el 21,25% del área quemada en el gran fuego del 2006. Un panorama poco alentador que llevó ayer a la Comunidade de Montes de Viascón a pedir que se tomen medidas.
El monte Castelo, que ya se quemó hace cinco años, es pasto de las llamas cada verano. «Es terrible volver a las andades después de lo que vivimos. El trabajo de cinco años de recuperación del monte se va al garete», señaló ayer su presidente, Ernesto Filgueira. El 90% de la superficie del monte de Viascón se quemó en el 2006.
Al fuego de ayer de Cotobade se sumó otro en el municipio de Vilaboa. Frente a las críticas vertidas en otros incendios, en el sufrido ayer en este concello pontevedrés hubo medios autonómicos de sobra para atender un fuego que, según fuentes consultadas, pudo afectar a dos hectáreas aproximadamente: cuatro helicópteros, dos hidroaviones, tres motobombas y cuatro cuadrillas.
Las llamas se iniciaron a raíz de que comenzase a arder un tractor que estaba desbrozando un terreno, al parecer, cercano a la casa de Corina Porro.
La Comunidade de Montes de Viascón presentó ayer una denuncia en la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra para exigir que se investigue un incendio «intencionado a todas luces» y se depuren posibles responsabilidades. Su presidente, Ernesto Filgueira, comentó que todavía no se pudo cuantificar la superficie de monte comunal afectada por el fuego del jueves y del viernes.
«Es una denuncia genérica donde se alude a los rumores que circulan en la parroquia sobre ciertas personas. No tenemos pruebas y lo único que me dijeron es que la brigada de investigación vendría a hablar conmigo cuando el incendio quede extinguido», remachó el dirigente de los comuneros. Las llamas afectaron a varias plantaciones de tres años de vidueiros, pino y frondosas en las que la comunidad había invertido unos 100.000 euros más ayudas de la Xunta. «Hay que tomar medidas porque están destrozando todo y me dan ganas de tirar la toalla. Tienen que coger a esta gente y darle un castigo ejemplar», subrayó Ernesto Filgueira.