El «víacrucis» de Caco

nino soto PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El lateral era el capitán granate de Milo Abelleira antes de sufrir su lesión

03 dic 2011 . Actualizado a las 15:30 h.

Carlos Fernández Pedrós Caco, de 27 años, cumple su cuarto año defendiendo la elástica del equipo de casa. No le pintaban muy bien las cosas a principio de temporada en el Pontevedra, pero con trabajo, mucho trabajo, no solo logró hacerse un hueco en el equipo titular granate, si no que lució el brazalete de capitán en varios partidos.

Sin embargo, el lateral derecho libra ahora otra batalla, la de una nueva lesión. Sufre una rotura de fibras que le mantiene apartado de los terrenos de juego desde hace más de un mes. Es su cuarta lesión en otros tantos años.

«Estou fastidiado, pero agora teño a tranquilidade de Milo Abelleira para recuperarme e non forzar o regreso», precisó Caco, que tuvo una recaída cuando superaba una microrrotura de fibras. La herida se le agravó, hasta alcanzar los cuatro centímetros de largo. «Empecei a trotar estes días logo de catro semanas», detalló el lateral, que como todo pontevedrés empezó a jugar en las filas del A. J. Lérez como infantil. «Teño a cabeza fría, melloro pouco a pouco», añadió.

De hecho, al margen de sus sesiones de recuperación con el Pontevedra, Caco acude tres días por semana a0 una clínica de rehabilitación deportiva de la ciudad del Lérez. Espera que esta sea su última lesión, al menos, de larga duración.

Competencia

En el primer año en el seno de la familia granate (2008-09), Caco acarreó problemas de pubalgia. Sin embargo, subió al primer equipo el próximo año (2009-10). Trabajó a las órdenes de Roberto Aguirre y Pablo Alfaro, aunque jugó muy poco.

«Tiña diante a Iván Malone, que estaba a facer unha boa tempada», afirmó Caco. El pontevedrés solo disputó 40 minutos de juego en Segunda División B aquella temporada. Recuerda que ese año, Malone no tuvo ninguna lesión, y a pesar de ser defensa, solo cumplió un ciclo de sanción. Lo hizo precisamente contra el Celta B de Milo Abelleira.

Ese año sufrió una fuerte lesión al fracturarse la tibia de una patada, precisó, el ex del Vilalonga, equipo en el que militó seis años, desde su último año de juvenil.

En la pasada temporada (2010-11) estuvo otra vez en el filial. Y en el octavo partido, le empezaron nuevamente las molestias en el pubis. Fue intervenido quirúrgicamente. En menos de tres meses, volvió a vestirse de corto. «Acabei ben esa temporada, xa que voltei a mediados de xaneiro», sostuvo.

Fue un año por el que pasaron tres entrenadores por el filial granate: Carlos Vila, Marcos Canle y Piscis. «Piscis deulle un cambio radial ao equipo», señaló. Competían en Tercera, pero descendieron a Preferente al descender el primer equipo de Segunda División B.

Filosofía de Milo

Y este año (2011-12), Caco completó una buena pretemporada, hasta que en un choque de la copa federación ante el Ourense, sufrió una dura entrada que lo dejó tocado de la rodilla.

Ahora, solo piensa en recuperarse y ayudar al equipo en su odisea hacia el ascenso. Caco respalda la filosofía futbolística de Milo Abelleira, un entrenador al que define como un gran conocedor del deporte rey.

«Gustame a súa forma de adestrar», añadió. «Está moi pendente de todo e enrriba de cada xogador. A min transmiteme tranquilidade».

Confesó que lo pasa muy mal en la grada. «O que quero e estar no campo cos compañeiros», dijo. En este sentido, indicó que si el Pontevedra logra ganar los tres partidos restantes antes de la Navidad, «estaremos no bo camiño para lograr o tan desexado ascenso».