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Las tropas tendrán aviones espías no tripulados en todas las bases
09 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La llegada de Mariano Rajoy a la Moncloa y de Pedro Morenés al ministerio de Defensa no modificará el proyectado despliegue de la Brilat en Afganistán previsto para finales del 2012. Así lo han confirmado fuentes del Ejército de Tierra, que han resaltado que todos las misiones en las que están embarcadas las tropas españolas fuera de lo que es el territorio nacional han sido prorrogadas recientemente por el Consejo de Ministros.
Entre estos operativos se encuentra el de Afganistán, que volverá a ser el que concite un mayor esfuerzo militar. De hecho, y a falta de que se concrete oficialmente, el despliegue en el que participará la brigada pontevedresa estará conformado por 1.521 militares -en la del Líbano está autorizado un contingente de poco más de un millar de soldados-, en su mayor parte procedentes del regimiento Príncipe, acuartelado en la base asturiana de la Brilat. Estas previsiones iniciales apuntan en la dirección de que el cuartel pontevedrés podría aportar a la misión aproximadamente doscientos soldados.
Las fuentes consultadas destacaron, con respecto a este operativo, que la presencia militar en suelo afgano esta amparada por resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y, al mismo tiempo, cuenta con el plácet del Congreso de los Diputados. Añadieron que, además de en Afganistán y en el Líbano, las tropas españolas están en otros tres escenarios: Bosnia-Herzegovina; la operación Atalanta contra la piratería en el Índico; y la misión de Uganda, donde instructores del Ejército están adiestrando a las futuras fuerzas armadas de Somalia para apoyar al gobierno de transición y contribuir a la estabilización del país.
Las novedades
En cuanto al despliegue en Afganistán, las tropas pontevedresas contarán con una importante novedad con respecto a las cinco anteriores operaciones en este país asiático. Y es que, a lo largo del presente año, las dos principales bases españolas -la de Herat y la de Qala-i-Naw- dispondrán de aviones espías no tripulados.
La medida no solo contribuirá a la seguridad de los destacamentos, sino que también permitirá salvar la cadena montañosa que separa ambas provincias afganas. Tal y como refirió Beatriz Gonzalo en el boletín Tierra, las funcionalidades de estos sistemas «en el reconocimiento de itinerarios o en la localización de elementos hostiles en escenarios como Afganistán se han vuelto claves».
No en vano, expertos del Ejército de Tierra llevan más de tres años trabajando y estudiando la posibilidad de emplear este tipo de aeronaves en situaciones de combate propiamente dichas. Mientras esta alternativa a la guerra convencional no fructifica, los aviones no tripulados continuarán realizando salidas diarias, de tal modo que se emplean en la localización «de posibles amenazas», pero también «acompañan a los convoyes que se desplazan por las diferentes rutas del territorio o vigilan los itinerarios por los que van a transitar», resaltó Beatriz Gonzalo.