La actividad incendiaria cae un 70 %

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

BRILAT

Cerca de medio millar de militares han participado ya en la campaña Centinela Gallego

18 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La actual campaña estival está siendo inusualmente tranquila en lo que a incendios forestales se refiere. Es una realidad que han percibido los soldados de la Brilat que participan en el operativo Centinela Gallego, toda vez que, «en comparación con la campaña del 2016, este año se ha quemado en la zona donde actúan las patrullas militares alrededor de un 70 %».

Este descenso de la actividad incendiaria ha tenido también su reflejo en el hecho de que, hasta el día de ayer, no se había producido ningún fuego de grandes dimensiones en los ayuntamientos cuya vigilancia ha sido asignada al contingente militar. Lo cierto es que el actual despliegue, que ha alcanzado ya su ecuador, ha permitido dar una alerta temprana ante 81 incidencias. En este punto, en diecinueve casos se trataba de incendios ya iniciados, mientras que los restantes se reparten a partes iguales entre los meros conatos y las quemas no autorizadas, que están prohibidas en la actualidad.

«El balance de la operación Centinela Gallego es positivo, ya que la alerta temprana facilitada por las patrullas ha contribuido a la rápida actuación de los servicios de extinción de la Xunta», reseñaron ayer desde la Brilat. Al mismo tiempo, destacaron que la percepción ciudadana y el apoyo a la labor que realizan los soldados sobre el terreno, que «también es buena, ya que sus tareas de vigilancia y disuasión, en colaboración con las autoridades civiles, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y los servicios de la Xunta, han contribuido a la prevención de incendios».

Desde que el pasado 15 de julio arrancó el actual operativo, que cubre una treintena de concellos de las provincias de Pontevedra, A Coruña y Ourense, más de 450 militares han participado en el mismo. Esto se ha traducido, por otro lado, en que hayan recorrido en estas cuatro semanas más de 240.000 kilómetros, toda vez que la vigilancia es continua las veinticuatro horas del día.

Este trabajo preventivo y disuasorio se complementa, «debido a su eficacia» demostrada en las dos anteriores campañas, con la vigilancia aérea mediante aviones no tripulados que se dirigen por control remoto.

Aviones no tripulados

Se trata de aeronaves Raven que mejoran las empleadas en el 2016 y 2015, toda vez que disponen de estabilizadores de imagen, mientras que la cámara esta capacitada para tomar imágenes diurnas o con infrarrojos sin necesidad, como hasta ahora, de cambiar la lente. Aunque el alcance es similar -diez kilómetros desde el puesto de control-, la calidad de la señal que recoge es mejor, remarcaron en su día fuentes militares, al tiempo que incidieron en que han demostrado su operatividad en misiones internacionales.

Se mostraron convencidos, por otro lado, que el alto número de quemas que se siguen realizando pese a ser algo prohibido por Medio Rural está íntimamente relacionado con una suerte de falta de concienciación medioambiental. De este modo, entienden que aún son muchas las personas que, principalmente, en el medio rural no asumen que con las actuales circunstancias climatológicas cualquier fuego, por pequeño que sea, puede escaparse a su control provocando un incendio.