La fuerza de las pequeñas estrellas

carmen garcía de burgos PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Luisa Domínguez, del CGTD, elegida mejor entrenadora de edades de España por la Asociación Española de Técnicos de Natación

28 sep 2017 . Actualizado a las 12:38 h.

Dice que lo más complicado no son las estrellas del deporte, aunque sean pequeñas. Dice que son sus compañeros, aquellos que entrenan como los que más pero no se llevan medallas. Y también dice que es cada día más indisoluble el binomio entrenador/psicólogo. Y sus colegas de profesión, con solo un gesto, le dan la razón en todo. Ese gesto ha llegado esta vez en forma del Trofeo José Luis Hoys, que concede la Asociación Española de Técnicos de Natación (AETN) al mejor entrenador del año a nivel nacional en las categorías de edades.

Las palabras de ánimo y las regañinas de Luisa Domínguez han llegado a los oídos de campeonas del mundo como Bea Gómez, María Vilas o Sergio Campos, y resuenan todavía todos los días en los de Águeda Cons o Marcos García, entre otros. Y los que le quedan por tutelar y aupar a mundiales, juegos olímpicos y otras competiciones. Muchos de esos nombres se grabarán en medallas de oro, plata y bronce, y otros en clasificaciones que solo se leerán nítidamente en las memorias de sus familiares y amigos.

Pero todos ellos tendrán que aprender a caer y a levantarse por el camino. Las grandes y las pequeñas estrellas de la natación gallega sufrirán sus reveses, y Domínguez será una de las personas que esté allí para recogerlas, ayudarlas a levantarse y «convencerles de que todo esto vale la pena». Esa es la parte más difícil de ser un entrenador de alto rendimiento. Hacerles ver que no importa que no se hable de ellos en todos los periódicos, que no es necesario estar solicitado por todos los medios de comunicación para ser alguien importante, para hacer bien las cosas y para ser un buen deportista.

Y conseguirlo es una cuestión de magia: de esa que lleva a sus entrenadores y confesores a saber a quién y cómo explicar el por qué de muchas cosas, quien es demasiado joven todavía para entenderlas. Y, sobre todo, cuándo es el momento de regañar y cuándo el de dar una palmada, cuándo escuchar y cuándo hacerse oír. Es el gran secreto de Luisa quien, tras diecisiete años entrenando en A Coruña aceptó hace cinco el reto que le lanzó la Federación Galega de Natación de irse al CGTD. Ahora va y vuelve todos los días desde la ciudad herculina.

Cons, Gómez y otras figuras ya de nivel internacional tienen, de vez en cuando, sus recompensas al esfuerzo, al sacrificio y a la excesiva presión a la que se ven sometidas en algunos períodos. Las medallas o las concentraciones en Tokio son ventajas exclusivas de nadadoras del nivel de Cons. Pero no todas sus compañeras tienen un éxito tan inmediato. O tan exagerado. Y también tiene su lado bueno.

Porque muchos deportistas profesionales comienzan a triunfar cuando todavía son apenas unos adolescentes. «Hace dos años Águeda nadaba como una más. El año pasado comenzó a cosechar éxitos y este ha sido una locura. Ella regresaba del Mundial y decía: «Estoy cansada, ¿y tengo que atender ahora a toda esta gente?» Se refería a los medios de comunicación. Y sí, tenía que atenderla, le explicaba Domínguez, con una sólida visión global del deporte. Pero Cons tiene solo 16 años, una fama inesperada y un ángel de la guarda.