Organizaciones forestales afirman que si Ence se va, el monte gallego solo servirá para producir leña

La Voz PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

LAURA LÓPEZ

Inciden en que de Ence en Pontevedra dependen miles de familias en tres provincias y están dispuestos a movilizar al rural

11 abr 2019 . Actualizado a las 13:03 h.

Los representantes de buena parte del sector forestal de Galicia se posicionaron este jueves claramente a favor de la continuidad de la fábrica de Ence en Pontevedra y advirtieron del enorme daño que se le está causando a miles de familias de productores forestales, transportistas y madereros con la decisión del Gobierno central de modificar el reglamento de la Ley de Costas y el nuevo criterio de la Abogacía del Estado que se opone a la prórroga de la concesión de Ence por 60 años otorgada por Madrid en el 2016. En la comparecencia pública participaron el presidente del Clúster da Madeira de Galicia, José Manuel Iglesias; el presidente de la Federación Empresarial de Aserraderos y Rematantes de Madera de Galicia, Elier Ojea; el presidente de la Asociación de Empresarios de Primera Transformación de la provincia de Lugo, Daniel Díaz; y una representante de la Asociación Sectorial Forestal de Galicia (Asefoga), Patricia Sánchez.

Iglesias manifestó que la decisión del Gobierno central ha supuesto una «inseguridad jurídica» en el ámbito empresarial que ha frenado la inversión en el sector forestal gallego, no solo en el vinculado a Ence, por el temor de qué es lo qué vaya a pasar. Iglesias acusó al Ejecutivo de actuar con «reglas de juego absolutamente hostiles a la inversión industrial». Añadió que cuando algunos partidos políticos hablan de traslado de la fábrica y no de cierre, «nos engañan», según su punto de vista, porque no ve que existan las condiciones de seguridad jurídica ni el momento económico e inversor adecuado. La anulación de la prórroga de la concesión de Ence supondría su cierre y con él, una repercusión que destrozaría la cadena de valor forestal en toda Galicia. Recalcó que el sector forestal depende de Ence en gran medida para darle valor a la madera gallega, ya que es una empresa tractora, que mueve el sector y que no hay alternativa. 

El presidente de la Federación Empresarial de Aserraderos y Rematantes de Madera de Galicia, Elier Ojea, reprochó a la clase política de olvidarse de la situación general del monte gallego para enfocar todo en Ence. Recalcó que sin Ence y Finsa, la mitad de las empresas del sector forestal habrían cerrado durante la crisis económica y que si pudieron aguantar tantas fue precisamente porque el precio de la pasta de papel fue bueno esos años y la factoría de Lourizán sirvió como balón de oxígeno para la economía de muchas pymes. En cuanto al monte de Galicia, Ojea precisó que hay dos millones de hectáreas de suelo forestal de las que solo 350.000 están dedicadas a eucalipto. «Del resto, de las otras 650.000 hectáreas donde no hay eucalipto no habla nadie», añadió, explicando que además esas amplias zonas sin eucaliptos, como la provincia de Ourense, es precisamente donde se producen más incendios forestales, por lo que negó que incendios y eucaliptos estén ligados. Ojea recordó además que en Galicia Ence es una de las pocas empresas que tiene proyectos de I+D+i en el sector forestal. «¿Quién investiga hoy en Galicia? Ence y un poco Lourizán. ¿Quién investiga las plagas que tienen todas las especies de árboles y que ponen al monte de gallego en riesgo de cambiar el futuro del bosque a corto plazo?», se preguntó, añadiendo que la pastera sí ha hecho esfuerzos investigadores que han repercutido en la mejora de la producción. «Ence para nosotros es fundamental para el futuro», aseveró y reprochó a la Administración y a los partidos políticos de centrarse en la pastera de Lourizán y olvidarse del problema real del monte gallego, que atribuyó al minifundio. Además, dirigió dos preguntas claras a los partidos que piden la anulación de la prórroga. «¿Por qué una pastera en Pontevedra no y en Asturias sí? ¿Por qué el gobierno de Asturias apoya a Navia y en Lourizán no?».

Además, Elier Ojea apuntó que no es cierto que Ence contamine en la actualidad. Señaló que hace 25 años él también estaría entre los opositores a la fábrica en Lourizán, pero que en la actualidad, con todas las mejoras ambientales y reconocimientos de calidad europeos que las certifican, no puede rechazarse la fábrica aludiendo a la contaminación y se preguntó: «¿Queremos solo carballo en el monte? ¿Para ser la leñera de Europa?».

Por su parte, el presidente de la Asociación de Empresarios de Primera Transformación de la Provincia de Lugo, Daniel Díaz, expresó la «angustia» y «preocupación» con la que miles de familias del rural están viviendo en su provincia, y por extensión en toda Galicia, la posible anulación de la prórroga de Ence y el cierre de la fábrica. Recalcó que no hay alternativa y que están en juego 85 millones de euros que se reparten entre los productores cada año por la venta de madera a la pastera. Este colectivo advierte del tremendo efecto en las familias rurales: «Muchas familias tienen en el monte un medio para pagar los estudios de sus hijos, una enfermedad o el pan». Añadió que sería muy difícil recuperar la cadena de empresas y servicios que se perderán si se cierra Ence en Pontevedra y que se dejaría a «zonas muy importantes de Galicia en el abandono». 

Asimismo, Díaz apuntó que al otro lado del Atlántico, hay fábricas de pasta de papel que se están poniendo al día tecnológica y ambientalmente para poder competir en igualdad de condiciones con Ence y avisó de que sin un tejido industrial en Galicia para este sector forestal, entonces, tendría una seria repercusión en el sentido de que se produciría madera, que se vendería más barata. Sin un comprador para transformar esa madera en Galicia, «nuestro modelo no puede ser exportar troncos y perder el valor añadido».

El presidente del Clúster da Madeira, por su parte, anunció que se están preparando movilizaciones del sector forestal y del rural, aunque todavía no hay fecha ni lugar concreto donde realizarlas y que no descartan que se lleven las reivindicaciones incluso a Madrid.