Funcionarios de A Lama exigen más personal para frenar las agresiones de los presos

Ana Barcala PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

Cedida

Rechazan la inclusión de militares en el interior de las prisiones para reforzar la seguridad

04 mar 2020 . Actualizado a las 19:37 h.

La visita que ayer realizó a la prisión de A Lama el director general de Instituciones Peninterias, Ángel Ortiz, para supervisar la puesta en marcha del módulo Nelson Mandela fue aprovechada por los representantes sindicales de los trabajadores de prisiones. Apenas dispusieron de 40 minutos, pero fueron suficientes para trasladar al director general una larga lista de reivindicaciones entre las que destaca la necesidad de más personal en la cárcel para frenar las agresiones de los presos. 

Los puestos que están en contacto directo con los internos son los que necesitan mayor refuerzo. Basan su petición en el incremento estadístico de agresiones sufridas por los funcionarios. Pusieron sobre la mesa también sus dudas sobre la inclusión de militares en el interior de las prisiones, cuando «es el propio Ministerio de Defensa quien no les da la capacitación ni para vigilar sus propios cuarteles».

Entre las reivindicaciones de los funcionarios de A Lama está también la escasez de servicios médicos en la prisión y el incumplimiento por parte del Estado y comunidad autónoma de la legislación al respecto que marca desde hace 17 años «la transferencia de estos servicios médicos como solución».

Los representantes sindicales portaron unas camisetas reivindicativas con las que buscaron transmitir a Ángel Ortiz la «frustración, la desidia, el abandono, el hastío sufrido por unos gestores que no poenen solución a un conflicto colectivo que excede de dos años».

Mostraron también el malestar dentro de la plantilla y la falta de confianza en unos gestores que retiraron la equiparación salarial de sus prioridades «con la consiguiente humillación para el colectivo y que propició la primera huelga general en prisiones de la Constitución».

Los funcionarios del Centro Penitenciario de A Lama se quedaron con la sensación de que el director general «encajó con deportividad nuestras demandas» sin dar la sensación de que en un futuro «cercano éstas se vean satisfechas».