Estos son los huelguistas que intentan parar el transporte: «Queren que traballemos polo caldo»

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Miembros de un piquete en el polígono de O Campiño, en Pontevedra.
Miembros de un piquete en el polígono de O Campiño, en Pontevedra. Ramón Leiro

Formando un piquete en Pontevedra, autónomos y pequeños empresarios cuentan qué les lleva a protestar. Uno dice: «O meu fillo quere ser albanel, porque di que os albaneis cobran a final de mes, non coma min»

16 mar 2022 . Actualizado a las 19:55 h.

Son las diez de la mañana y, aún con la calima de por medio, un aire frío atraviesa el polígono industrial de O Campiño, en Pontevedra. El parque está desangelado, sin apenas actividad a cuenta de la huelga del transporte. Pero las voces relevan al habitual ruido de coches y camiones. Quienes hablan son un grupo de unos treinta hombres ataviados con chalecos fluorescentes o anaranjados, reunidos en corrillos desiguales en el aparcamiento del recinto industrial. Son los piquetes de la huelga. ¿Pero quiénes son en realidad? Cuesta que quieran contarlo. Pero, tras animarse una, todas las lenguas van detrás: «Somos autónomos. E hai que lembrar que o 85 % do transporte do país o moven os autónomos e as pequenas empresas. Somos autónomos que loitamos contra a subida do gasoil, contra os tempos de carga e descarga, porque moitas veces se dilatan, que queremos xubilarnos aos 60 anos, e que non teñamos que cargar e descargar camións. Nós conducimos, pero a loxística non é nin pode ser cousa nosa», dicen prácticamente con una sola voz. Reconocen que no tienen apoyo de las grandes empresas del sector, ni de la patronal y asociaciones fuertes ni de los sindicatos. Y así lo justifican: «Estanos untando, mentres a nós, aos pequenos, asfíxiannos. Queren que traballemos polo caldo e por iso paramos, e animamos a parar o país», espetan. 

José Benito Prado es uno de los que se anima a hablar con nombres y apellidos. Es del municipio pontevedrés de Barro y tiene un camión con el que mueve tanto productos alimenticios como material de construcción. Dice que lleva 26 años como autónomo en el sector del transporte, y que nunca se vio como ahora: «Levo dous anos que o prezo do gasoil me supera. ¿Como aguanto? Tiro para adiante porque acabei de pagar o camión, teño un transporte que ten dez anos e non pago letras agora mesmo. Pero hai meses, como este por exemplo, que teño averías e xa non me queda nada. Eu, se para o mes teño outra avería xa non me da». Acaba señalando: «Nós somos como o touro nunha praza, estannos pinchando e, cando nos decatemos, acabamos desangrados. Estannos pinchando ata que caiamos, ata que nos quiten a casa ou quedemos na ruína». Dice que está dispuesto a hacer una huelga indefinida porque «total, imos acabar arruinados igual». 

A su lado, otro autónomo del transporte de Pontevedra, Juan Pulleiro, asiente con la cabeza. Él señala: «A realidade é que traballamos para estar arruinados». Él lleva toda la vida dándole vueltas al volante de un camión. Comenzó en el año 1983 y dice que vivió muchos altos y bajos. Pero que la situación actual es insostenible: «Moitos viaxes non dan para o gasoil, é que non dan. Quérennos ver esmagados, e así non podemos seguir, temos que parar». 

Sus compañeros les van rodeando. La mayoría insisten en que son autónomos con un único camión. Otros tienen varios vehículos. Y algunos más son chóferes asalariados. Todos cuentan lo mismo.Señalan que puede que a algunas empresas grandes sí les hayan subido los viajes por el desbocamiento del gasoil, pero que ellos, con mucho menos margen de maniobra, no están cubriendo costes y no pueden seguir así. Hay un huelguista que pertenece a la cooperativa Río Lérez, en la que se engloban más de una cuarentena de camiones que, según explica, están todos parados. Él no quiere redundar en los datos dados por los compañeros. Pero con una anécdota resume su historia: «O meu fillo di que quere ser albanel, porque os albaneis cobran a final de mes, non coma min». Luego, lanza una pregunta al aire de esas que no admiten demasiada respuesta: «¿Ti sabes as veces que me arrepinto de que a min me tirase isto de ter un camión?». 

Todos insisten en que es el momento de paralizar todo el transporte, e incluso el país. Y animan a todos los sectores a seguir sus mismos pasos: «Chamamos aos agricultores, á xente do mar, a todo o mundo que se vexa afectado polo do gasoil... que non nos miren, que se unan», dicen, mientras avanzan para parar a un camionero que entra en el parque industrial en ese momento. Le dejan pasar porque transporta medicamentos. Pero es el único al que no han obligado a aparcar y quedarse en el recinto.