Un equipo de béisbol que nació de una broma

Elsa Blanco / S.B. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Juan José Leiva, Guli, del club de beísbol Relámpagos Pontevedra
Juan José Leiva, Guli, del club de beísbol Relámpagos Pontevedra Ramón Leiro

Guli dejó el fútbol por una lesión y por trabajo, ahora el béisbol le devolvió la ilusión en el deporte

15 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Juan José Leiva, más conocido como Guli, es el vicepresidente del recién fundado equipo de béisbol Relámpagos Pontevedra. Él es de Bora, pero lleva «toda la vida» viviendo en la ciudad del Lérez.

Su trayectoria en el deporte empezó ya de pequeño jugando al fútbol, como la mayoría de los niños. Su padre lo llevó a las pruebas del Pontevedra CF y allí estuvo jugando hasta juveniles. Le ficharon en A Seca, donde jugó unos años, y luego fue al San Andrés de Placeres, donde se acabó retirando: «Tenía la rodilla destrozada».

Después, no hizo ningún deporte «en serio» hasta ahora. Afirma que siempre tuvo interés por el béisbol, pero que nunca lo había jugado. «Yo solo tenía de experiencia el típico rollo de pequeño que jugaste al béisbol en plan broma, es un deporte que aquí realmente no se conoce ni se enseña». A él le gustaba ver béisbol, pero esta es la primera vez que juega en un equipo de verdad, el Relámpagos.

Guli es uno de los fundadores del equipo, que tan solo tiene un año y tres meses. Todo surgió en el bar Soul Beer, del que es propietario el propio Guli. «Fue un poco entre risas —explica—, estaba el actual presidente, que ya jugaba al béisbol y algunos amigos más. Empezamos a hablar de que nos gustaba ese deporte y esa noche fue el germen del equipo. Lo comentamos a unos amigos y se apuntaron unos cuantos». Empezaron a entrenar en la Illa das Esculturas, al aire libre, y alguna gente que los veía se iba uniendo. «De una cosa de broma formamos un equipo de béisbol».

Luego, ya la cosa se tornó más seria y empezaron a juntarse en la Xunqueira: «El que tenía material era el presidente, y empezamos a utilizar su material, luego hicimos bote y compramos bates y pelotas de manera comunitaria. Se fue corriendo un poco la voz y ahora ya somos 33 en el equipo, pero por cuestiones de trabajo por partido nos juntaremos doce o catorce». Al principio todo era un caos, no tenían entrenador y casi ninguno sabía nada de como jugar al béisbol, solo el actual presidente, que era quién guiaba un poco. «Ahora nos lo estamos tomando más en serio, el entrenador es un chico argentino que jugó a nivel profesional en su país, y ya es un poquito más serio. Nuestra idea es poder jugar la Liga el año que viene y estamos preparándonos, pero nos falta dinero». Eso, y que al trabajar la mayoría de los jugadores, hace difícil coincidir. Incluso algunos están embarcados.

Con todo, el equipo se está convirtiendo en algo más. Aquello que empezó casi como una broma tiene como objetivo llegar a formar una escuela de béisbol en Pontevedra y tener categorías infantiles. «Somos un grupo que estamos muy metidos en el equipo y con ganas de hacer cosas un poquito más serias —apunta Guli—. Tanto como jugar, tenemos la ilusión de llegar a poder hacer una pequeña escuela». Pero recuerda que queda mucho por hacer. «Solo llevamos un año y tres meses, y es mucho lo que hemos conseguido: jugar contra equipos, apoyos de empresas... ». Una vez se pusieron en serio, Guli se puso en contacto con el presidente de la Federación Galega de Béisbol e Sófbol, que les invitó a jugar una copa este septiembre y les ayudó a sacar el equipo adelante.

Equipo mixto

Una de las cosas más destacadas de Relámpagos Pontevedra es que no solo es un equipo masculino. Siempre fueron un equipo mixto, y siempre será así. Actualmente hay cinco chicas y esperan que sean más las que se vayan apuntando. «Podemos presumir de que cuando tuvimos la reunión con el presidente de la Federación Galega de Béisbol e Sófbol, pedimos y exigimos que somos un equipo mixto, y que sino no jugábamos. Multicultural, mixto y con edades variadas». Entre risas dice que él mismo es «el más viejo». Además de ser un equipo mixto, también juegan contra equipos femeninos. Por ejemplo, van a jugar contra la selección gallega femenina de Sófbol.

El entrenador les enseña los diferentes puestos del béisbol. «Él es el que ve que posición va mejor contigo». Guli juega ahora en primera base, el que está en el comienzo del diamante, el primer defensor y asegura que es su posición favorita.

No hay duda ninguna de que este deporte le ha devuelto a Juan Leiva su ilusión, pues como él mismo dice «mezcla desde la precisión hasta juegos como el corre que te pillo, tiene muchas variantes y la gente no lo entiende porque no profundiza en él, pero es muy divertido».

Entrenan en O Casal, en Salcedo, en un campo que alquilan los domingos y los lunes. «Estamos luchando porque nos cedan un campo en Pontevedra, Relámpagos Pontevedra, son de Pontevedra, no de Salcedo». Están haciendo una campaña de socios, para poder conseguir dinero, pagarse material y poder jugar la Liga. «Es un deporte de tradición gallega, hay una liga desde hace muchos años, con ocho equipos. Queremos estar ahí».

En el deporte

Juan José Leiva siempre jugó al fútbol. Primero en el Pontevedra C. F., en el ACD A Seca y se retiró con 29 años en el San Andrés C. F.

Personal

Guli es el pequeño de 3 hermanos, natural de Bora, pero afincado en Pontevedra. Es actualmente, jugador de Relámpagos y uno de los jefes del bar Soul Beer en Pontevedra.