
El Concello ofrece colaboración en los servicios para urbanizar 200.000 metros
07 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El Concello de Pontevedra remitió la semana pasada una solicitud formal a la Xunta de Galicia y a su presidente, Alfonso Rueda, para que se desarrolle la ampliación del parque empresarial de O Campiño. El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), recordó este lunes que esa ampliación estaba recogida en el borrador del nuevo PXOM de Pontevedra junto con otros polígonos que sumaban dos millones de metros cuadrados (Leborei, en la parroquia de Cerponzóns, y Fragamoreira, situado en su mayor parte en el municipio de Poio). Pero recibió un informe negativo de la Xunta por su afectación a infraestructuras existentes y líneas de alta tensión. Sin embargo, dijo el regidor, la ampliación de O Campiño sí figuraba en el Plan sectorial de ordenación de áreas empresariais de Galicia (PSOAEG) que aprobó la Administración autonómica el 30 de abril del 2014.
A pesar de que Xestur incluía la actuación en O Campiño como estratégica, no se llegó a ejecutar en el horizonte previsto (2015-2024). «A día de hoxe non se iniciou ningunha tramitación. Nós temos moitos argumentos», expuso Lores. Uno de ellos es que apenas quedan parcelas libres en O Campiño y A Reigosa (13), ya dentro del municipio de Ponte Caldelas, y otro que las conexiones y los servicios para la ampliación son «excelentes», con redes de suministro de agua potable y residuales y acceso a la autovía A-57, actualmente en ejecución y que conectaría directamente el parque empresarial con el de Outeda-Curro y la autopista AP-9. El Concello defiende que la urbanización y puesta en funcionamiento del área de O Campiño se podría acometer por fases, aunque debería estar terminada en el 2026 como fecha límite para evitar, considera el gobierno local, «a saturación e estrangulamento da oferta de solo empresarial do Concello de Pontevedra e comarca». Entiende el gobierno municipal que hay que anticiparse a las necesidades futuras y planificar.
La ampliación de O Campiño permitiría disponer de unos 200.000 metros cuadrados operativos. Para su ejecución habrá que recurrir a la expropiación de los terrenos. Lores ofreció colaboración: «O Concello está disposto a colaborar coa ampliación dos servizos, como fixemos con calquera infraestrutura», además de no cobrar el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) en un plazo de cinco años hasta que se ejecuten las naves.
No cuestiona la viabilidad
En el escrito remitido por el Concello a la Xunta se hace hincapié en que el propio Plan sectorial de ordenación de áreas empresariais de Galicia reconoce que los condicionantes de afecciones sectoriales derivadas de la protección del patrimonio natural, medioambiental y paisajístico «non son imposibilitantes nin cuestionan a viabilidade para o desenvolvemento» previsto en O Campiño. Se añade que este parque empresarial de Pontevedra está técnicamente al límite de ocupación y que los parques de Outeda-Curro, gestionado por la Diputación, y el de A Reigosa, en Ponte Caldelas, tienen una ocupación bastante elevada, con solo 19 y 13 parcelas disponibles, respectivamente.
Desde el gobierno local se insiste en que la Xunta es quien tiene las competencias «exclusivas» en materia de ordenación del territorio, industria y fomento y planificación de la actividad económica de Galicia. Por ello, propone a la Administración autonómica la ampliación de O Campiño para paliar «o importante déficit de solo empresarial asociado á área urbana de Pontevedra» y evitar que se produzca «a curto ou medio prazo unha situación de estrangulamento pola falta de parcelas de solo urbanizado».