Un año y medio para un camello de Pontevedra que usaba un patinete eléctrico para realizar las ventas de coca
PONTEVEDRA
Las transacciones tenían lugar en el entorno de un bar de la calle Alfonso X y una nave abandonada de la avenida de Marín
30 jun 2023 . Actualizado a las 16:05 h.A principios de noviembre del 2020, la Policía Nacional dio cuenta del arresto de cuatro pontevedreses que «utilizaban patinetes eléctricos valorados en más de cuatrocientos euros para distribuir la droga por toda la ciudad, previa llamada de los compradores». De este modo, se desplazaban «a gran velocidad circulando a través de parques y calles peatonales o atravesando vías en contrasentido», añadieron desde la Comisaría en su día.
Uno de los sospechosos acaba de alcanzar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, de tal modo que asumió año y medio de prisión y el pago de una multa de seiscientos euros por tráfico de drogas. La sentencia establece la suspensión por un plazo de tres años de la ejecución de la pena de cárcel, incluida la responsabilidad personal subsidiaria al ser insolvente, a condición de que no vuelva a delinquir en este plazo y a que no abandone el tratamiento de deshabituación de las drogas.
En el momento de su arresto en la calle María Victoria Moreno, los agentes de la Policía Nacional le incautaron entre sus ropas dos envoltorios plásticos termosellados que contenían 0,271 gramos de cocaína, con un 79,73% de riqueza, adulterada con benzocaína y piracetam, con un valor de mercado de 28,95 euros. La resolución, además de precisar que tenía la droga para destinarla a su venta a terceras personas, refiere que le ocuparon al sospechoso veinte euros fruto de dicha actividad ilícita, así como dos teléfonos móviles y un patinete eléctrico, «efectos estos que el encausado utilizaba como instrumentos para dicha actividad».
Seguimientos y vigilancias
Su detención fue consecuencia de una serie de seguimientos y vigilancias a raíz de que se recibieran distintas informaciones alertando de que «en varios puntos de la ciudad, entre ellos unas casetas abandonadas y la explanada de un bar, se podría estar vendiendo droga al menudeo con un continuo trasiego de personas para adquirir sustancias estupefacientes», precisaron desde la Comisaría Provincial.
A la vista de estos hechos, la Audiencia de Pontevedra concluye que, entre septiembre y noviembre del 2020, «se llegó a la evidencia de que aquel se dedicaba vender sustancias estupefacientes a otras personas —concretamente, hachís y cocaína—, fundamentalmente tanto en un local de hostelería situado en la calle Alfonso X El Sabio, así como en una explanada cercana que se había utilizado antaño como el antiguo depósito municipal de vehículos, situado en la calle Fontesanta. De este modo, en este contexto, los magistrados relatan hasta cuatro ventas realizadas por el acusado, ya no solo en estos puntos, sino también en el interior de una nave industrial abandonada situada en la avenida de Marín.
Significativa fue la transacción realizada en el citado bar y que fue observada por los investigadores, toda vez que esta se produjo cuando un vehículo se detuvo delante de la terraza del negocio. El acusado se levantó de la silla que estaba ocupando en ese momento, se acercó al coche y mantuvo una breve conversación con el conductor, «tras lo cual el encausado sacó del bolsillo del pantalón un trozo de sustancia vegetal estupefaciente», hachís, a cambio de una pequeña cantidad de dinero.