Ana Pontón se compromete con el empresariado «a poñer na mesa de Pedro Sánchez a gratuidade da AP-9»

Alrededor de doscientas personas, casi todas representantes del empresariado pontevedrés, desayunaron este jueves con Ana Pontón en el hotel Galicia Palace de la ciudad. La música y los primeros aplausos sonaban a cita electoral, pero el acto huyó del ambiente grandilocuente de los mítines y tuvo un perfil mucho más relajado. Pontón, aunque metió el dedo en el ojo de las políticas económicas del PP e hizo una radiografía bastante dura de la realidad económica y social de Galicia, poniendo de relieve el problema demográfico y la fuga de jóvenes por la falta de oportunidades, centró su discurso en las prioridades que tiene el BNG y en cómo materializarlas si ella es presidenta. Antes de que tomase la palabra, el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, el diputado y candidato nacionalista por Pontevedra Luís Bará y la concejala pontevedresa Anabel Gulías, que ejerció de presentadora, habían hecho una semblanza de ella. Gulías manifestó mirando hacia la candidata: «Ela vai facer historia por todas nós». Pontón sonrió. Pero en su intervención huyó de las referencias simbólicas y fue totalmente pragmática. En esa línea, después de dar a conocer sus retos en materia económica y ante un interrogante planteado por el público (que, por cierto, la cosió a preguntas tras finalizar su intervención), concretó: «Conseguimos descontos para a AP-9 pero iso non é suficiente. O primeiro que vou poñer na mesa de Pedro Sánchez é a gratuidade da AP-9».

Pontón, que se presentó como una candidata optimista, no se permitió ni un solo desliz mitinero. Ni chistes. Ni chanzas a los otros candidatos. Venía a desgranar sus propuestas económicas y lo hizo desde el minuto cero, aportando datos de forma continua y citando estudios universitarios por doquier. En esa línea, subrayó que en Galicia hay un grave problema por la falta de inversión, sobre todo en el ámbito privado, algo que achacó a la baja confianza que genera el Gobierno de la Xunta en el empresariado. Así que señaló que la primera prioridad del BNG es que prenda esa confianza, y dijo que en ese sentido su partido tiene el camino andado porque «confía no país». Citó también como prioridades promover el autogobierno, poner en marcha un instituto gallego de crédito para que el dinero fluya hacia las empresas, esfuerzo para captar más recursos europeos y mirar hacia el norte de Portugal para establecer sinergias económicas («o futuro de Galicia pasa polo Atlántico», indicó). 

La candidata se dio tiempo para hablar de los proyectos con los que pondrá en marcha esas prioridades. Habló de un plan de reindustrialización, de la necesidad de planificar y ampliar el suelo empresaria, y se comprometió a poner en marcha un «pacto galego pola ciencia». El público demostró que tomó nota de su intervención porque hubo numerosas preguntas para que concretase algunas medidas o dijese cómo combatirá la falta de mano de obra en varios sectores. Contestó a todo. Con cifras y datos, manteniendo el tono técnico que le dio a su discurso. 

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