El cantante Antonio José: «Fui a Eurovisión con diez añitos, pero mis padres se ocuparon de que siguiese siendo un niño»

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El cantante Antonio José, de Córdoba, que este sábado actúa en la Festa do Lacón con Grelos de Cuntis.
El cantante Antonio José, de Córdoba, que este sábado actúa en la Festa do Lacón con Grelos de Cuntis.

El artista, que vino por primera vez a Galicia cuando era un rapaz que recorría España jugando al fútbol, actúa en Cuntis: «Vengo a traer sol y energía» dice

28 feb 2024 . Actualizado a las 19:18 h.

Antonio José (Córdoba, 1995) tiene 29 años y un nombre en el mundo de la música. Hablarse con él es toparse con un artista que se aproxima a los treinta años y que asegura que canta «desde el vitalismo», pero también dialogar con aquel niño que fue, al que miles de personas vieron debutar en programas de televisión e incluso en Eurovisión Júnior siendo un rapaz muy pequeño. Antonio José da un concierto en Cuntis este sábado día 2 de marzo, cuyas entradas están a la venta en Woutick. Así que no hay mejor excusa para hablar con él de qué ofrecerá al público y qué espera del respetable gallego, al que llevaba tiempo sin visitar, aunque asegura que quiere muchísimo: «Son una gente con un carisma especial, te hacen sentir bien», señala con entusiasmo.

—A la edad en la que muchos niños están jugando usted ya conocía los platós de televisión y acudió a Eurovisión júnior... ¿eso le cambió la vida?

—Fui a Eurovisión Júnior con diez añitos, pero mis padres se ocuparon de que siguiese siendo un niño que saliese a jugar con los amigos, que estudiase... que hiciesen todo lo que hacen los niños. Fue importantísima esa labor de mi familia, que por cierto es una familia humilde, no adinerada ni muchísimo menos. Fue y es clave en mi vida esa protección del núcleo familiar. Mis padres siempre se han volcado, sobre todo, para que yo fuese lo que quería ser. Pese a que debuté muy pronto en el mundo de la música, ellos me insistían en que podía ser lo que quisiese, desde astronauta a cualquier otra profesión. Me inculcaron que lo importante era formarse y luchar.

—Buena muestra de que la música no era lo único en su vida de niño y de adolescente es que también jugó al fútbol a un nivel importante, y que además el balompié le conecta con Galicia... cuéntenos el motivo de ese lazo.

—Pues sí que tengo una anécdota con esto. Resulta que la primera vez que vine a Galicia fue, allá por el 2003 o el 2004, y vine a jugar al fútbol. Yo era pequeño, tendría ocho años y vine con la selección andaluza a jugar. Recuerdo perfectamente que me quedé impresionado con Santiago de Compostela. La verdad es que fue una experiencia tremenda. El fútbol me dio la oportunidad de recorrer prácticamente toda España y eso para un niño como el que yo era fue impresionante. Tengo unos recuerdos maravillosos de aquella etapa.

—Futbolista y cantante, cantante y futbolista... al final ganó la música. ¿Qué significa para usted subirse a un escenario?

—La música lo es todo ahora mismo en mi vida, es lo que yo buscaba, poder vivir de lo que tanto me gusta. En mi caso creo que también es mi forma de conectar con la gente, de aportar algo.

—¿Fue difícil llegar a vivir de la música?

—[Risas] Pues fue difícil como casi todo en este mundo. Yo, como antes te decía, vengo de una familia humilde, muy normal. Y he tenido que dar mucho pico y pala para poder actuar y vivir de la música. Creo mucho en el esfuerzo, y en eso estoy.

—Es usted natural de Palma del Río, en Córdoba. La entrevista coincide justo con la festividad del Día de Andalucía... ¿qué carácter imprime ser andaluz y específicamente cordobés?

—Creo, sinceramente, que Córdoba es uno de los lugares más bellos de España, un lugar donde han convivido tres culturas, lo cual le da un carácter muy especial. Y sí hoy es fiesta en Andalucía, así que hay que celebrarlo.

—Esta semana cruzará el mapa español para venir a Galicia. ¿Qué va a ofrecer en el concierto, a qué le canta Antonio José?

—Voy a intentar llevar toda mi energía, también el sol... La verdad es que le canto al amor, al desamor y a la vida. Todo ello con mucho vitalismo, con optimismo, que es lo que yo creo que hay que desprender en esta vida.

—¿Pero suena raro cantarle al desamor desde el optimismo... será que a los 29 aún no tuvo un desengaño de verdad?

—[Vuelve a reírse] Claro que he sufrido mis cosas, como todo el mundo. Y es cierto que se compone mejor cuando uno está sentimental. Pero insisto en que hay que ser vitalista, es que de lo contrario... menuda depresión.

—¿A qué viene dispuesto a Galicia... será capaz de marcharse sin probar la gastronomía?

—Yo soy siempre de dejarme llevar. Galicia en cuanto a gastronomía... es que son palabras mayores. ¡Con lo que me gustan a mí unos buenos percebes!