«Tu madre tendría que haberte asfixiado con sus piernas el día que naciste»

PONTEVEDRA

Condenado un matrimonio por las amenazas proferidas a su hija: «Sé que tengo que ir al calabozo, pero tú te vas a cagar»
14 jun 2024 . Actualizado a las 09:22 h.Un matrimonio del partido judicial de Cambados ha sido condenado a diez días de localización permanente por las amenazas, consideradas como leves, proferidas a su hija.
El desencadenante de estos hechos fue la decisión de la víctima de llevarse a su bebé a vivir con ella y su nueva pareja. En este sentido, se precisa que ambos residía con los progenitores de la denunciante hasta que esta decidió irse a vivir con su novio, «quedando el menor en el domicilio de sus abuelos maternos».
La madre, en todo caso, mantuvo la relación, visitándolo y llevándoselo con ella en ocasiones. Esta situación apenas duró poco más de dos meses hasta que, finalmente, la víctima optó por llevarse al bebé a vivir con ella y su pareja, circunstancia que ocasionó un conflicto con sus padres. Estos no querían que se lo llevara, «si bien accedieron finalmente».
Las amenazas
A raíz de esto, el padre envió audios a su hija Otilia insultándola y menospreciándola, así como amenazándola: «Mientras yo viva y tú vivas, te voy a amargar la vida lo máximo que pueda» o «como dicen los japoneses: has despertado al monstruo. Te vas a cagar. Prepárate. Anda fina por la vida, que vas a vivir amargada mientras viva yo, de eso me voy a encargar yo. Vas a ser un desecho humano toda tu vida». Además, según refiere la Audiencia de Pontevedra, también consta que le dijo que «tu madre es una santa, pero tú eres una verdadera hija de puta», como también le dijo que «tu madre tendría que haberte asfixiado con sus piernas el día que naciste, desgraciada».
Otras expresiones transcritas en sentencia aluden a que el padre le transmitió a su hija que «te maldigo, jamás serás nadie. Tienes una maldición encima que te he hecho yo» o «yo sé que tengo que ir al calabozo, pero tú te vas a cagar».
Intervención de la Policía Local
En cuanto a la madre, a principios de este año, acudió a la vivienda de su hija, estando en este el menor con su nueva pareja, queriendo llevarse al niño. Finalmente, se tuvo que presentar la denunciante y la Policía Local.
Si entonces depuso su actitud, volvió a incidir al cabo de unos días cuando se presentó en el puesto de trabajo de la víctima «de forma alterada, profiriéndole gritos, pidiéndole ver al niño», al tiempo que la llamaba «desgraciada» o asegurando que «lo vas a pagar, pero con sangre».
Además de la localización permanente, la sentencia establece seis meses de alejamiento y prohibición de comunicación por parte de los pontevedreses hacia su hija.