Café, duchas y sofás para que personas sin hogar tengan donde pasar el día en la ciudad

PONTEVEDRA

Cáritas inauguró su centro de atención diurna, que complementa al albergue y permite ofrecer servicios a 40 personas
20 oct 2024 . Actualizado a las 16:13 h.Pontevedra amaneció y continuó este viernes con una de esas lluvias finas que parece que no se ven, pero que cuando te das cuenta te han empapado de arriba a abajo. Y esa jornada de orballo parecía un símbolo de lo que ocurría a media mañana en Joaquín Costa, número 64; en la gran sede de Cáritas en la ciudad. Allí fue como si poco a poco las palabras también fuesen calando como un orballo hasta dejar mojados de arriba a abajo a los asistentes. Porque el día parecía de fiesta. Se inauguraba un centro de atención continuada para personas sin hogar. Pero lo que se contó era profundo y se sintetizó en una frase de Pilar Farjas, antiguamente conselleira de la Xunta y ahora directora de Cáritas Diocesana de Santiago: «La dignidad de una ciudad no la marca cómo viven los más ricos, sino el hecho de no dejar en la cuneta a los que menos tienen. Por eso Pontevedra hoy, con este nuevo centro, es más digna».
Empecemos por el principio. Cáritas lleva años tratando de darle una vuelta a los servicios para las personas sin hogar en Pontevedra. Primero, hace año y medio, vio la luz el nuevo albergue, en el que por primera vez hay camas para mujeres —tiene veinte plazas masculinas y siete femeninas, porque la mayoría de los usuarios suelen ser hombres—. Y la asignatura pendiente era contar con un centro de atención diurna en condiciones, con café, duchas, sofás e incluso jardín, para que las personas sin hogar puedan pasar las horas del día; ese tiempo muerto entre la pernocta en el albergue y la comida en el comedor social que muchas veces se hace interminable y que en los días de lluvia implica estar a la intemperie. Cáritas invirtió casi medio millón de euros procedentes en su mayoría de fondos propios para hacer este nuevo centro, que diseñó el arquitecto Mauro Lomba y que este viernes se estrenó.
Los cómplices imprescindibles
No faltó nadie a la inauguración del nuevo centro, desde la conselleira de Política Social, Fabiola García al alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, pasando por el Arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto Fernández. Este último, en un discurso lleno de emoción, dijo que hay dos palabras gallegas que definen a la perfección lo que se pretende hacer dentro de estas cuatro paredes: «Fogar e agarimo. Iso ten que representar».
Escuchando los discursos, además de una larga lista de autoridades, estaba una parte fundamental de ese centro de atención diurna que se estrenaba: el batallón de voluntarios que lo atenderá, casi todas mujeres. En los corrillos, ellas no perdían la oportunidad de señalar. «A ver si este acto sirve para que toda la ciudad conozca lo que hacemos y que vengan más voluntarios, que nos hacen falta». A ellas se acercaba una persona usuaria de Cáritas, que miraba de reojo el centro e indicaba: «Está bien, muy bien. Seguro que voy a venir». Todo el mundo le animaba a hacerlo.
Hubo después recorrido por unas instalaciones de 258 metros cuadrados, convertidas en un cálido centro por la empresa Nortemar y con capacidad para dar cabida a 40 personas. La comitiva subió a los pisos superiores para supervisar el albergue ya en funcionamiento y la parte más alta del edificio de Cáritas, donde se quiere habilitar una vivienda de media estancia para mujeres sin hogar. En total, las tres fases de la obra —albergue, centro diurno y la futura vivienda— suponen una inversión de 1,5 millones. La meta, dijo el director de Cáritas en Pontevedra, está clara: «Poner a las personas en el centro».