Asume una condena tras reconocer que integraba un grupo organizado de cultivadores de marihuana
PONTEVEDRA
Otros miembros de la organización ya fueron juzgados en el 2022
23 dic 2024 . Actualizado a las 09:36 h.Un súbdito albanés al que se relacionó con la incautación de 49 plantas de cannabis en una nave de Aldea Vacariza, en Rianxo, y de otras 433 en un segundo almacén ubicado en Verín ha conseguido evitar la prisión tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía de Pontevedra. De este modo, asumió una pena de un año, diez meses y quince días de prisión y multa de 69.751,250 euros por tráfico de drogas, así como un mes y quince días de cárcel, pena que se sustituirá por el pago de una multa de 360 euros por integración en grupo criminal.
De este modo, reconoció que era una de las personas que «se encargaban de las labores de cuidado directo, vigilancia y disposición de las plantaciones de cannabis».
La sentencia, que es firme, establece que, fruto de las indagaciones desarrolladas por el Servicio de Vigilancia Aduanera, dependiente de la Agencia Tributaria, y de la Udyco de la Policía Nacional de y del EDOA de la Guardia Civil se identificó a un grupo de personas que, presumiblemente, se dedicaban «al acopio y comercialización de distintas partidas de estupefacientes, tanto cannabis y hachís como heroína, en la provincia de Pontevedra». Los investigadores, en todo caso, vinculan al ahora condenado únicamente con las plantaciones de cannabis destinado a su comercialización en Pontevedra, ámbito en el que otros cuatro investigados ya fueron condenados por la Audiencia de Pontevedra en noviembre del 2022.
Los cinco, en colaboración con un sexto ya fallecido, han venido interrelacionándose entre sí, por lo menos durante el 2016 y hasta junio del 2018, para «el acondicionamiento, cuidado y explotación posterior de distintas plantaciones masivas de cannabis, cuya producción iba destinada al mercado ilícito de distribución de esta sustancia» en las Rías Baixas.
El operativo policial
Fue a principios de junio del 2018 cuando los investigadores «pudieron comprobar las particularidades de al menos dos de las plantaciones gestionadas por los investigados», las situadas en Aldea Vacariza (Rianxo) y en Abedes (Verín). La primera consistía en una edificación a modo de galpón adosado a una vivienda con la que se comunicaba por medio de puerta y cuyas ventanas estaban cerradas y tapiadas con plástico, mientras que en la segunda se hallaron, a mayores cuatro cajas de hojas en proceso de secado, así como productos y utensilios para su cultivo, incluyendo macetas, focos especiales de iluminación, tierra y fertilizantes, así como transformadores eléctricos.
La sentencia establece que las 49 plantas de cannabis intervenidas en Rianxo reportarían unos 15.791,24 euros, cantidad a la que había que sumar otros 638,11 euros relativos a 87 esquejes también intervenidos en este inmueble. Por su parte, las restantes 433 plantas implicaban 70.451,86 gramos de cannabis, que tendrían un valor en el mercado ilícito de 110.609,42 euros, mientras que las cuatro cajas con hojas alcanzaron un peso de 7.938,6 gramos ascendiendo su valor a 12.463,6 euros.