El público vuelve ya a los partidos de balonmano tras la brutal agresión al abuelo de un árbitro en Sanxenxo

Han pasado dos jornadas y casi un mes desde que la brutal agresión del padre de una jugadora del Rasoeiro al abuelo de un árbitro de 16 años llevó a la Federación Galega de Balonmán a tomar medidas drásticas para tratar de frenar la violencia en los pabellones. Obligó a jugar a puerta cerrada todos los encuentros de la liga autonómica de todas las categorías hasta el 18 de enero. En ese período trabajaron para buscar una solución ante el aumento de la violencia en los recintos deportivos. El presidente de la Federación Galega de Balonmán, Bruno López, reconocía que «la gente va desquiciada a los pabellones, que se puede vivir con intensidad, pero sin faltar a nadie». Este fin de semana ya se puede acceder de nuevo a los partidos, pero las reglas del tablero han cambiado. En una reunión que mantendrá este jueves con los clubes de toda Galicia, informarán del Plan Estatréxico contra a Violencia no Balonmán Galego. Es un documento que establece unas bases sólidas para erradicar las agresiones y en el que colaborarán los equipos, la federación y el colectivo arbitral. Este plan da una visión global sobre la que comenzarán a trabajar todos los agentes implicados. 

Además, enviarán carteles informativos sobre el comportamiento «que queremos inculcar a tódolos afeccionados ao balonmán galego» y habrá un nuevo protocolo al inicio de cada partido. Los deportistas, el cuerpo técnico y el colectivo arbitral saldrán a saludar a medio campo. «Os saúdos realizaranse de xeito que todos os participantes se dirixan tamén ao colectivo arbitral e posteriormente todos formarán un círculo (entrelazado) no medio do campo», explican en un comunicado desde la federación.

En la reunión con los clubes gallegos, la federación informará de una batería de medidas que se irán aprobando e implementando en las próximas semanas. Entre otras decisiones, propondrán a la comisión delegada la implementación de un cartón violeta en todas las categorías del balonmano gallego. Cuando finalicen los partidos será obligatorio que todos los participantes saluden a los árbitros «sen realizar apreciacións sobre a súa labor». Desde la federación ven importante que se refuerce la formación de los delegados de campo en la resolución de conflictos para clubes y colectivo arbitral. Asimismo, se elaborará un código de conducta común para implementar dentro de todos los clubes.

Tras la agresión del aficionado del Rasoeiro al abuelo del árbitro en un partido cadete femenino, la Federación ha dicho basta después de años encadenando distintos episodios de violencia en partidos de la base. La agresión en el partido entre el Sanxenxo y el Rasoeiro fue el punto de inflexión de una deriva a la que quieren poner freno. «O cambiamos entre todos o no se cambia», reconoció Bruno López tras el suceso. El hombre agredido sigue ingresado en el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, un mes después de que un aficionado lo empujase y le provocase lesiones que desde entonces lo tienen en la uci.

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