Las jugadoras del Atlético Vilalonga denuncian una situación «frustrante» y «denigrante» por parte del club

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

ADRIÁN BAÚLDE

La AFE explica en un comunicado la «precariedad» en el día a día dela plantilla

06 feb 2025 . Actualizado a las 19:59 h.

La plantilla del Atlético Vilalonga ha dicho basta. Ha estado callada desde que empezó el campeonato, pero este jueves ha hecho pública su «precaria situación» a través de un comunicado emitido por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). «Nos mienten y no son claros con nosotras. Estamos todos los días pensando que va venir algo y no llega», explica Cuque, una de las capitanas del equipo, que llegó al equipo la temporada pasada.

A través de la AFE exigen unas condiciones dignas dada la exigencia de la competición. El equipo juega en Segunda Federación, la categoría de bronce del fútbol nacional. Aseguran que se sienten «engañadas» por las promesas incumplidas y el modelo de trabajo que les prometieron al empezar la temporada. Denuncian irregularidades en el horario laboral. «Se alcanzaron acuerdos al principio de temporada con el presidente, que luego cambió con su gestora, sin previo aviso ni consentimiento de las jugadores, reduciéndose su horario laboral y dándose de alta el contrato con un cambio que no habíamos firmado», recalca el documento de la AFE.

Además, reclaman que se les paguen las nóminas en el tiempo estipulado, fijado entre el 1 y 10 de cada mes. «Rara vez sucede», recalca el escrito. Pero van más allá y aseguran que varias de ellas están sufriendo impagos y retrasos en el abono del salario.

Pero la denuncia no es solo por una cuestión económica, una de las capitanas del equipo recalca que la parte deportiva es muy complicada. Hay un «trato desigual» a las futbolistas. A algunas se les somete a las pruebas pertinentes y a otras no se les hace «ni una simple ecografía». En algunos casos, son las propias jugadoras quienes tienen que abonar el coste de la prueba.

Asimismo, recalcan que no hay readaptador, el preparador físico no tiene disponibilidad y «en repetidas ocasiones el fisioterapeuta no viaja, teniendo que ser atendidas, cuando llega el momento, en el terreno de juego por el fisio del equipo rival». Respecto al trato con el cuerpo técnico, Cuque reconoce que acaban de poner una entrenadora que lleva seis años en el club, pero nunca ha entrenado a este nivel, algo que a veces dificulta la comunicación. Pero los problemas vienen de antes. «La directiva es completamente consciente de la poca capacidad, disciplina y profesionalidad de la persona que ha ejercido hasta hace poco el papel de primer entrenador, llegando a estar seis meses sin preparación táctica, sin recibir las mínimas instrucciones, ni soluciones y generando un clima de crispación», destaca el comunicado de la AFE.

«Frustrante y denigrante»

Las jugadoras hablan de una situación «frustrante» y un trato «denigrante» de los responsables del club, con quienes han intentado en más de una ocasión tratar la situación que atraviesan. «La persona responsable del día a día del equipo apenas responde a los mensajes ni a las llamadas de las jugadoras, por lo que no se pueden despejar sus dudas, escuchar sus inquietudes o hacer las gestiones para resolver cualquier problema», recoge la denuncia de la AFE. De hecho, el lunes pidieron una reunión con la entrenadora para solucionar algunos aspectos organizativos y no se ha podido realizar.

El goteo de quejas de la plantilla del Atlético Vilalonga es interminable. Además del trato, también reclaman una organización adecuada de los viajes y que dispongan de material para poder entrenar con la calidad que les exige la categoría. «Este paso que damos ahora con la denuncia a través de la AFE llega después de haber intentado solucionar los problemas por todos los medios», concluye Cuque.

El Pontevedra, que este año firmó un acuerdo de colaboración con el Atlético Vilalonga, recalca que su papel en el club nada tiene que ver con el día a día. Sin embargo, recopilará información para intentar ayudar a las jugadoras.