Vacaciones de casa en casa sin pagar estancia: «Nun ano estiven en Nueva York, Francia e Italia»

PONTEVEDRA

Esta pontevedresa reconoce que «é unha forma de viaxar sen centrificar e evitando a especulación turística»
07 abr 2025 . Actualizado a las 15:32 h.Laura Sáez descuelga el teléfono desde Bolonia, en Italia. En el último año también ha estado en Francia y en Nueva York. Dice entre risas que «xa lle chega para levar menos dun ano en Home Exchange. Estiven un mes enteiro en Nueva York». Está plataforma de intercambio de viviendas permite viajar por todo el mundo de casa en casa. Uno cede su hogar y va sumando puntos para luego canjear en el destino que elija, ajustándose a ese banco de puntos que acumula en su perfil. «Empecei hai un ano por a recomendación duns amigos. Estou en contra da especulación turística e isto é unha forma de viaxar sen centrificar. Ao non existir cartos de por medio é un sistema marabilloso», comenta Laura, que no quiere que los centros de las ciudades se conviertan en parques de atracciones donde se pierda la vida de barrio. Ella optó por unirse a Home Exchange para viajar sin «contribuir» a la gentrificación. «Aquí o único que fas é acumular puntos, non hai cartos e ademáis, te permite vivir unha experiencia máis real», señala.
En Pontevedra hay 25 viviendas dentro de esta plataforma y en Sanxenxo, 24. Son los concellos de la comarca que más tienen, pero también hay once en Poio y seis, en Bueu. Son todavía un porcentaje muy pequeño en el cómputo regional, donde Home Exchange cuenta con 836 miembros. Representan tan solo un 2,6 % del total nacional. Laura se unió hace un año porque es una apasionada de viajar, pero sobre todo de hacerlo de una forma sostenible. Hace años, cuando Airbnb daba sus primeros pasos, ella siempre reservaba habitaciones en casas habitadas. «Así, estiven en París, Glasgow, Londres, Lisboa ou Fráncfort, pero sempre viviendo coa xente, como se fose unha máis nese lugar. Agora esa posibilidade xa non existe, é da igual a onde vaias porque todo é igual», apunta Sáez. Con la llegada de esta plataforma de intercambio de casas para viajar, los miembros de Home Exchange se ahorran la estancia y como dice Laura, «non contribúes a destruir o barrio».
El sistema es sencillo, los interesados se inscriben en la plataforma y hay dos tipos de intercambio. Por un lado, el clásico, en el que dos personas cambian sus viviendas, aunque no sea en las mismas fechas, y por otro, el GuestPoints. Se usa cuando una persona quiere pasar días en tu casa, pero el propietario no quiere viajar a tu ciudad. En ese caso, recibe unos puntos para canjearlos en el destino que quieran. La plataforma da a cada casa una estimación de puntos en función de las condiciones de la vivienda y la ubicación, aunque cada uno es libre de ponerle la puntuación que quiera por pasar una noche.
Tres meses para ir a Nueva York
Cuando Laura quiso ir a Nueva York estuvo esperando casi tres meses porque reconoce que era complicado que una persona pueda ceder su casa tanto tiempo. En su caso lo consiguió y lo que ahorró en la estancia, lo pudo dedicar a conocer más a fondo la ciudad norteamericana.
En este intercambio de viviendas, lo fundamental es el respeto. De ambos lados debe existir esa confianza en mantener todo en buen estado. Esta pontevedresa asegura que no ha tenido malas experiencias, salvo una visita de hace unos meses en la que le escribían continuamente pidiéndole algún servicio. «Cando viaxas a outras casas tes que saber ben o onde vas. Eu non teño electrodomésticos, nin microondas, nin torradora, pero tampouco wifi. Quen queda na miña casa sabe o que se vai a atopar», apunta, al tiempo que recalca que no son hoteles. Se sienten como vecinos de la ciudad a la que viajan.
Ya piensa en su siguiente destino. Busca un lugar «tranquilo» en el mundo para estar una semana «encerrada, soamente oíndo paxariños» para poder escribir. Cuando le surja esa oportunidad hará las maletas. «É máis complicado cando queres ir fóra do verán», añade Laura Sáez, a la que esta forma de viajar hasta le ha dado nuevos amigos. «Unha rapaza que veu a miña casa fíxose súper colega, estivo en Pontevedra para investigar sobre as mulleres no franquismo e conectamos moito. Ata me deixou un regaliño na casa», concluye esta usuaria de Home Exchange.
La casa soñada está en la playa, tiene jardín y chimenea
El tirón de intercambiar la vivienda sigue creciendo en Galicia y Home Exchange prevé que en Semana Santa se superen las 1.900 pernoctaciones. Es un aumento del 44 % respecto al año anterior. En el 2024 se superaron las más de dos mil estancias en las Rías Baixas y se espera que este año haya 1.300 más.
Estas cifras son un pequeño porcentaje en un país en el que se registraron más de 1,2 millones de pernoctaciones. Durante esas noches, los viajeros pudieron ponerse en la piel de los anfitriones y disfrutar de la vida diaria del barrio. Ser uno más. Así se sienten. Y es que un estudio reciente de esta plataforma recoge que solo el 8 % de los españoles viven en la casa de sus sueños. A nueve de cada diez les gustaría tener un chalé o una villa, pero ¿en dónde? Ahí hay pocas dudas. El 33 % prefieren la playa, el 16 % se irían a la montaña y solo a un 11 % le gustaría que fuese en el centro de una ciudad. Pero, ¿cómo le gustaría esa casa soñada? El 97 % de los encuestados por Home Exchange quieren que sea sostenible y eficiente. Ni siquiera piensan en una vivienda muy grande. Solo un 21 % la quiere con más de 200 metros. Eso sí, en lo que casi todo el mundo coincide es en que tener un pequeño jardín es importante. Al 53 % le gustaría disponer de un sótano o una buhardilla para convertirlo en un cuarto de juegos o de cine, o incluso en una biblioteca. La mitad de los encuestados para este estudio reconocen que les gustaría tener una chimenea y tres de cada diez sueñan con un vestidor. La piscina y la plaza de garaje también entran entre las favoritos de la casa deseada.