Virtudes Domínguez: «La marcha nórdica activa el riego sanguíneo y el 90 % de la musculatura»
PONTEVEDRA
La instructora, que ofreció una charla en Pontevedra dentro de un ciclo de ciencia de la Universidade de Vigo, destaca la importancia de la ergonomía al caminar
26 jun 2025 . Actualizado a las 15:28 h.El ciclo Embaixadores e embaixadoras da ciencia e do coñecemento, que impulsa la Universidade de Vigo en sus tres campus a través de la Unidade de Cultura Científica, recaló este miércoles en Pontevedra. Fue de la mano de la exalumna del Programa Universitario de Maiores (PUM) Virtudes Domínguez López (Ribeira, 1956), que ofreció en el local La Gramola una charla sobre los beneficios de la marcha nórdica. Su exposición, en la que estuvo acompañada por Iris Machado de Oliveira, investigadora de la Facultade de Fisioterapia, tenía un elocuente título Moito máis ca camiñar: o poder da marcha nórdica.
Cuenta Virtudes, profesora jubilada, que ella descubrió la marcha nórdica cursando una de las asignaturas del Programa Universitario de Maiores en el campus de la ciudad. «Ahí la descubrí y vi la importancia que tenía hacia el linfedema. Mi madre tuvo un problema grave de cáncer y ahora pienso que cuánto podría haberla ayudado en su momento con esta actividad que entonces desconocía». Tras ese contacto, Virtudes dedicó tiempo a trabajar y a formarse intensamente en marcha nórdica. Se fue a Madrid y se hizo instructora en Alfa 247, la técnica que viene de Finlandia. Que alude a las cuatro características principales: andar derecho, mantener largos los brazos, formar un triángulo con el bastón y adecuar el paso.
La instructora subraya la importancia de la ergonomía a la hora de caminar, algo que muchas veces se olvida. «Hay que llevar el cuerpo y la columna erguidos, en vertical. Pero a veces lo olvidamos y vamos un poquito encorvados, sin darnos cuenta, con la cabeza mirando al suelo o al móvil», expone. Si no andamos de forma correcta, nos perdemos muchos cosas, señala Virtudes: «Dejamos de disfrutar del momento de belleza que supone caminar por espacios naturales, de descargar la mochila llena de problemáticas e incluso de liberar cortisol que, por circunstancias de la vida, a veces vamos cargando». Apunta que al caminar sería maravilloso que la gente conocía que aplicando dos bastones técnicos específicos la caminata cambiaría. «La forma biomecánica de su cuerpo también cambiaría. Es importante que se conozca la marcha nórdica aplicada a la actividad física y por salud», expone la fundadora de la asociación Move Nordic Walking en Pontevedra, un colectivo que trabaja por la salud.
El plan anual Ciencia de ida e volta de la Unidade de Cultura Científica, que está financiado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt), del Ministerio de Ciencia, destaca el valor de la ciencia. Y hablando de beneficios de la marcha nórdica, estos están científicamente demostrados, recalca la instructora. Virtudes enumera algunos de ellos como los cardiovasculares. «La marcha nórdica activa el riesgo sanguíneo y nuestro corazón tiene una propulsión mayor. Pero también activa el 90 % de la musculatura porque trabaja el tren superior y el inferior transversalmente», comenta. Fortalece asimismo los huesos, «que es importantísimo porque al caminar con bastones también se camina más aeróbico y se estresa menos la musculatura».
La especialista insiste en que la marcha nórdica cuida el corazón y mejora la resistencia. «Cuando trabajamos con la parte dorsal superior de nuestro cuerpo trabajamos la fuerza y el equilibrio. Pero la práctica también aumenta nuestra capacidad pulmonar, ayuda a controlar nuestro peso, azúcar y colesterol; a nivel físico y mental reduce el estrés y mejora nuestro ánimo al aumentar las endorfinas y liberar cortisol sin darnos cuenta mientras miramos el paisaje y el horizonte». Virtudes hace hincapié en que, aunque la marcha nórdica es para todas las personas y edades, en los mayores refuerza el equilibrio y la coordinación, siendo también ideal para rehabilitación y prevención. Es una práctica que incluso está indicada para pacientes con párkinson, algo sobre lo que se ha investigado en la UVigo.