Sebastián Castella: «Pontevedra es el bastión gallego, una plaza importantísima y de categoría»

PONTEVEDRA

El matador francés estará en el coso de San Roque el próximo 9 de agosto
25 jul 2025 . Actualizado a las 20:40 h.Sebastián Castella también está de cumpleaños. Cumple 25 años de toreo en el 125 aniversario del coso de San Roque. Ya llevaba un siglo de historia la plaza de Pontevedra cuando el matador galo tomó la alternativa en la ciudad que lo vio nacer, Bézrers. Lo hizo con José Tomás como testigo y Enrique Ponce como padrino cuando se estrenaba el milenio. El próximo 9 de agosto regresa a Pontevedra, una plaza que conoce muy bien y en la que se siente cómodo.
—Vuelve a Pontevedra, una plaza que le es muy familiar, ¿le trae buenos recuerdos?
—En 25 años de carrera la he pisado cinco o seis veces, la última fue hace dos años, en el 2023. Es una gran plaza, primero porque está en Galicia, que es una tierra extraordinaria y después, está cubierta. Ahí retumba todo, los olés, el público, la plaza... Vienen muchas peñas a disfrutar, no me gusta decir que vienen a divertirse, vienen a ver el toreo entre amigos. La verdad es que Pontevedra es una plaza extraordinaria. Es un sitio que me gusta mucho.
—¿Por qué dice que no vienen a divertirse?
—Delante de un toro lógicamente nadie se divierte. A mí como artista y como torero no me gusta decir divertirse, creo que disfrutar es lo mismo.
—Cumple las bodas de plata como torero en una gran temporada y en un año muy especial para la plaza de Pontevedra, que cumple 125 años.
—No sabía que estaba de cumpleaños, es un honor y un placer poder estar en mis 25 años desde que tomé la alternativa y en los 125 de la plaza. Ojalá salga todo bien porque es una fecha muy señalada para todos.
—En este edición tan especial se recupera una corrida goyesca que hace un siglo que no se celebra y se amplía una tarde más de toros en la única plaza de Galicia. ¿Es Pontevedra el bastión del norte?
— Totalmente. Y tanto que lo es. Además, es un bastión importantísimo y de gran categoría.
—¿Con qué otra plaza es comparable?
—Creo que las comparaciones son odiosas y no es bonito porque cada plaza tiene su punto único. Igual que los toreros o los artistas tienen su personalidad y sus cualidades, las plazas también. En Pontevedra se vive una mezcla de los aficionados y de las peñas que no se ve en otros tendidos, pero saben ver el toro y al torero, conocen el lenguaje. Eso es lo que le da regusto. Yo amo torear en San Roque.
—Tras 25 años de toreo, ¿en qué momento se encuentra ahora?
—Los años dan el poder disfrutar, el poder estar en un coso especial y tener tranquilidad, aunque cada vez que uno se ponga el traje tenga la responsabilidad y los nervios a flor de piel. No te voy a decir que estoy en el mejor momento de mi carrera porque eso es un tópico y es feo decirlo, pero la verdad es que sí me encuentro a gusto y tengo la suerte de que disfruto mucho y espero que el día de Pontevedra sea una tarde para el recuerdo.
—¿Tiene la sensación de que todavía le queda mucho por hacer en el mundo del toreo?
—Hasta que te retiras, afortunadamente, siempre hay cosas por hacer. Y eso es uno de los motores impulsivos que tiene un torero en esta vida. Cada día que sale el toro, sea de la familia que sea, es un toro nuevo, con su forma de embestir, de pensar, de sentir y de oler. El torero abre cada día su capote y se presenta en una plaza para lidiar un toro con el que está en comunión. En el ruedo nunca se sabe lo qué puede pasar, eso es lo bonito. Por eso cada día nos levantamos y entrenamos con la misma ilusión de que cuando queríamos empezar a ser toreros.
«La admiración entre toreros está por encima de todo, pero en la plaza somos rivales»
Tras un cuarto de siglo en plazas como torero y un par de años más como novillero, Castella es un referente en España. Pese a ello, cuando sale al ruedo, los amigos son rivales. Desde su veteranía pelea por darle larga vida a la tauromaquia y en cada plaza que visita regala capotes a los más pequeños.
—Comparte cartel con Manzanares y Emilio de Justo en la primera tarde de feria. ¿Un torero tiene rivales o amigos en el ruedo?
—En el ruedo son rivales. Aunque la amistad está presente, el respeto y la admiración están por encima de todo. Pero cuando estamos vestidos dentro del redondo hay rivalidad pura y dura.
—En cada faena, regala capotes a los más pequeños. ¿Lo hará también en Pontevedra?
—Sí, lo sigo haciendo y seguiré hasta que se acaben los capotitos. Por supuesto que lo voy a hacer en Pontevedra y con más razón que en otros lugares porque es el único sitio de toreo en Galicia. Espero que ese día haya bastante niños, llevaré unos 12 o 15 capotes para los aficionados, como estoy haciendo en casi todas las plazas. Creo que los más chiquitos son los que más tenemos que cuidar porque es el futuro de nuestra fiesta.
—Pese a todo, ¿cree que la fiesta tiene mucha vida?
—A mí me gusta ser positivo y creer que sí. En España, por lo que estoy viendo, hay un cambio generacional que es verdad, se está demostrando y se está viendo. Creo que en las puertas grandes de Madrid y en otras plazas, los tendidos están llenos de gente joven. Ante eso, soy positivo y claro que hay futuro. Yo sí lo creo.