Dos incógnitas (casi) despejadas

PONTEVEDRA

Los trabajos de demolición del edificio calcinado en la calle Riestra se prolongaron durante dos semanas
Los trabajos de demolición del edificio calcinado en la calle Riestra se prolongaron durante dos semanas ADRIÁN BAÚLDE

No habrá repetición sino devolución del dinero del concierto de Juan Luis Guerra. Y, por fin, se reabrió la calle Riestra, pero con serias dudas sobre la suerte del edificio incendiado

28 jul 2025 . Actualizado a las 12:06 h.

La semana concluye con dos incógnitas (casi) despejadas. En un caso, parece que al completo; en otro, solo parcialmente. Me explico. Durante estos últimos días la cuestión de si se iba a repetir la actuación o bien a devolver el dinero de las entradas del frustrado concierto de Juan Luis Guerra en Sanxenxo, ocupó mucho espacio en La Voz de Galicia como en otros muchos medios de comunicación de la región. La solución anunciada por las productoras de restituir el importe de las localidades parece que zanjaría el asunto. Aunque quedan matices y, sobre todo, derivadas de las que las diferentes Administraciones y promotores de este tipo de espectáculos deberán aprender.

La otra ecuación informativa que arrastrábamos y que también llenó páginas tanto en La Voz de Galicia como en otros medios, era la demora acumulada con el corte de tráfico en la calle Riestra, a resultas del grave incendio ocurrido en la madrugada del 8 de julio en el inmueble número 4 de ese céntrico vial. Primero los trabajos de extinción y después los de demolición parcial de la techumbre y estructura del segundo piso que amenazaban con colapsar, se han alargado muy por encima de las estimaciones iniciales. «Dos o tres días», decían al principio la concejala de Seguridad y portavoces de Bomberos y Policía Local. Pero la cruda realidad es que la zona ha estado vallada con un perímetro de seguridad que se prolongó 16 días, con la calle cortada al tráfico, pero también con impedimentos para el tránsito de peatones y el acceso a locales comerciales. Y no solo a los tres establecimientos sitos en los bajos del edificio siniestrado cuya suerte es muy dudosa. También de este asunto vamos a colegir unas cuantas conclusiones.

Enseñanza

Lo ocurrido el pasado sábado 19 en la Praza do Mar en Sanxenxo con el concierto de Juan Luis Guerra, frustrado por la lluvia y el viento, debería tomarse como referencia y enseñanza para evitar futuros malos tragos tanto a las autoridades respectivas como a promotores, artistas y por supuesto, al público que paga y acude. Es cierto que la previsión meteorológica de esa noche no era tan mala. Pero los locales ya sabemos cómo se las gasta el tiempo por estos pagos. Y aunque MeteoGalicia atina bastante, no es infalible. De modo que la turbulencia de intensa lluvia y fuertes corrientes de viento no se esperaba, pero fue lo que desaconsejó continuar el concierto del rey de la bachata, suspendido a los 38 minutos de haberse iniciado. Por cierto, con esa más de media hora que ya hubo de show, estaría en litigio si las promotoras tenían que devolver el dinero a los 15.000 asistentes. Como ya se ha publicado, sí se va a devolver el importe de las entradas (con precios desde 60 hasta 130 euros) en un plazo de 20 a 30 días, según acordaron las productoras del concierto.

Se trata de un gesto de buena voluntad que es de agradecer porque si el asunto se hubiera judicializado, los abogados de las promotoras podrían alegar que esos 38 minutos de actuación y las condiciones meteorológicas que sobrevinieron, obligaron a suspender por «causas de fuerza mayor». No sería el primer caso y en Galicia hemos tenido antecedentes. También es verdad que las promotoras del concierto no han querido verse envueltas en el pleito que se veía venir al haberse constituido por redes sociales una plataforma de afectados que ya había reunido a 400 personas dispuestas a reclamar la devolución del dinero.

La lección a extraer, tanto para Sanxenxo como para otros concellos del entorno es la de considerar si determinados espacios al aire libre como la Praza do Mar, o el parque de Tafisa, o la Azucarera de Portas, son apropiados para acoger eventos musicales con mucho público en días con previsiones meteorológicas de inestabilidad.

Otra herida por el fuego

En cuanto al otro asunto, las consecuencias del grave incendio en el edificio número 4 de la calle Riestra, de Pontevedra, a pesar de que se ha reabierto la calle 16 días después, se aventura una larga batalla jurídica para establecer y depurar responsabilidades. Por ejemplo, la de saber quién pagará al Ayuntamiento la factura de los gastos ocasionados por el incendio y, en consecuencia, por la demolición parcial del edificio y el apuntalamiento de lo que queda en pie. En buena lógica, es responsabilidad de la propiedad del edificio. Al tiempo, las aseguradoras intervendrán en representación de sus clientes con una previsible multiplicidad de reclamaciones. Hay 20 inquilinos desalojados y tres bajos comerciales forzosamente cerrados cuya continuidad ofrece muchas dudas. Todos estos perjudicados reclamarán también.

Todos estarán muy pendientes de lo que resuelva la investigación judicial abierta. El juzgado aún deberá esperar a que la policía científica aporte su informe sobre el posible origen del incendio y las responsabilidades que dimanen. En los días anteriores, los inspectores apenas pudieron entrar al edificio por el riesgo de colapso.

Pero ya podemos aventurar que se va a producir una reedición de lo que pasó con el incendio del inmueble de La Moda Ideal en los soportales de La Herrería. Hace 9 años que ocurrió y las partes siguen enzarzadas en pleitos judiciales que impiden la reconstrucción del edificio, protegido por estar en zona monumental.