Rubén Domínguez, entrenador del Pontevedra: «El banquillo aportó energía, pero no dio un paso al frente»

nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Rubén Domínguez habla con Alain Ribeiro en el partido de este sábado en O Couto
Rubén Domínguez habla con Alain Ribeiro en el partido de este sábado en O Couto ALEJANDRO CAMBA

El técnico criticó con dureza el nuevo sistema de revisión de jugadas

27 sep 2025 . Actualizado a las 21:59 h.

Era, con total seguridad, uno de los partidos más importantes de Rubén Domínguez esta temporada. El entrenador que logró cuatro ascensos con el Ourense CF regresaba a O Couto al mando del rival. Al margen de lo deportivo, tras los noventa polémicos minutos de partido, el técnico, muy emocionado, reconoció qué sintió al volver a su ciudad. «Esta es mi casa, no tengo más mucho que decir. Son muchas sensaciones y muchas vivencias», sin poder añadir más palabras. Incluso en la valoración del triunfo recordó la dura salida de la que sigue sintiendo como su «casa». «Es una pena que esta victoria haya tenido que ser este año como visitante y no la hubiese podido hacer el año pasado».

Pero emociones al margen, Domínguez vivió un partido de altibajos en los que no dudó en dar un tirón de orejas a sus jugadores. En su análisis se queda con la primera parte y los veinte minutos de la segunda. A partir de ahí y hasta que llegó el gol, prefiere borrar el juego de los suyos y quedarse con los puntos. «Estamos muy contentos porque cada victoria cuesta mucho y estamos ya a 38 del objetivo. Tenemos siete puntos de 15, que es algo que ya no nos va a quitar nadie y a seguir, pero nos queda mucho para nuestra mejor versión», añadió el entrenador del Pontevedra tras el encuentro.

Pese a las rachas durante el partido, opta por una valoración positiva de los momentos de buen juego en los que estuvieron cerca de sumar el tercer gol. «A partir del 1-2 y el Ourense sin red, todo cambió. Nos tiene que valer para aprender porque en esta liga te marcan un gol y estás fuera», advirtió. Al no hacerlo y ver como los ourensanos recortaban distancias, Rubén Domínguez puso el foco en la calidad de la categoría y los riesgos que asume un equipo cuando no juega bien. «La gente del banquillo aportó energía, pero no dio ese paso adelante que exigía, culpa mía porque igual no los ubiqué bien, pero también ellos tienen que dar un paso al frente porque hay jugadores de calidad que tienen condiciones de tirar la puerta abajo y que me pongan las cosas difíciles», explicó un entrenador muy crítico. Antes de finalizar la rueda de prensa, insistió en ese mensaje para que su plantilla le haga difícil hacer el once inicial cada domingo: «Tenemos 16 jugadores que están petando a la puerta y el resto tienen que hacerlo».

Rubén Domínguez no tuvo reparos en mostrar su malestar con la nueva opción de revisar las jugadas. Dos penaltis le dieron la victoria, pero recalca que «es mejor quitarlo, es raro que se retracten, hay dos cosas que pedimos que son claras, pero nada. Entiendo a los árbitros, pero lo único que hace es trabar el juego».

Y tras criticar el nuevo sistema de vídeo, se enfundó de nuevo su camiseta de ourensano para calificar de «vergüenza» que la tercera ciudad de Galicia tenga un campo en tan «mal estado» como el de O Couto. «Se ha invertido mucho dinero y no está para jugar al fútbol, solo se puede jugar directo», concluyó el entrenador granate desde la que sigue siendo su casa.