El conjunto vasco goleó en Pasarón a un equipo mermado por las bajas
04 dic 2025 . Actualizado a las 00:51 h.Era una noche para hacer mucho con poco. Era para ilusionarse ante un equipo de Segunda División en el primer partido de Copa del Rey en Pasarón. Pero el Pontevedra lo hacían con un equipo en cuadro que obligó a Rubén Domínguez a tirar de la cantera y de los menos habituales de liga. Incluso a cambiar posiciones para sacar la máxima rentabilidad a una plantilla mermada. Expósito salió en la defensa acompañado de Alain Ribeiro. El delantero asumió la función de central ante la baja de Miki Bosch. Y en el medio del campo, el canterano Oute demostró que se puede contar con él en el primer equipo. La línea de ataque quedó para Marcos Denia con Álex González poniendo velocidad en la banda derecha. Reivindicándose.
Empezaron un paso por detrás del Eibar, que llegó a Pasarón con hambre de victoria después de haber caído al último puesto de la clasificación tras perder contra el Racing de Santander el pasado fin de semana. La copa era su revulsivo, pero el Pontevedra también quería lo mismo. El mal estado de juego hizo difícil la circulación, pero los vascos supieron sacar de donde no había para adelantarse al borde de la media hora. Antes de llegar ahí, Edu salvó un par de acercamientos y los granates se echaron al campo para reclamar penalti en una mano de Buta tras un centro de Oute. El árbitro dejó correr. Pero al Pontevedra le valió para enchufarse y generar algo de peligro. Apenas fueron diez minutos que lo metieron en el partido hasta que el juego cambió de campo. El Eibar se tomó la revancha del susto granate. Montoto cortó una aproximación de Villa, pero no fue capaz de detener a Martón. Jon condujo la contra y un resbalón de Víctor Eimil dejó vía libre para centrar a Martón, que golpeó. Dio en el larguero y cayó dentro para subir el primero de una noche que dejó aún más fría la grada. A partir de ahí, el dominio fue vasco y una aproximación de Álex con un balón al segundo palo al que no llegó.
Tras el descanso, Rubén confío los primeros minutos, pero pronto hizo un cuádruple cambio para intentar dar una vuelta al partido. Vidorreta, Luisao, Tiago y Compa salieron por Conesa, Eimil, Oute y Denia. Dieron frescura y pusieron en peligro al portero vasco con un disparo que obligó a estirarse al portero. Y era la segunda vez lo hacía. Primero lanzó Oute (justo antes del cambio) y después Expósito. El partido metió una marcha más, pero no fue suficiente para voltear el resultado. Beñat hizo lo propio con el Eibar con un triple cambio que dio otro ritmo a los suyos. No tardó en llegar el gol de Corpas para poner el 0-2 en Pasarón que era ya la sentencia para los locales. Un disparo al cielo de Yelko fue la única que se viviría en la recta final del partido. Los vascos dominaban. Y al Pontevedra le quedaba solo frenar el peligro que generaban arriba. A casi diez minutos para el final, Jon, protagonista ya en el primer gol, subió el tercero.
A partir de ahí, Pasarón ya solo esperaba el pitido final. Llegó en alguna ocasión al área contraria, pero le faltó confianza y velocidad para que las aproximaciones generasen peligro real. No eran capaces de salir con rapidez y le costaba transitar. Si el Eibar no anotó más fue porque se encontró en Montoro y Alain Ribeiro dos muros.
La Copa se acabó para el Pontevedra, que tendrá el próximo sábado un partido en el que solo valdrá ganar. Lo espera el Celta Fortuna en Balaídos. La liga es la única batalla que le toca librar a este ejército mermado.