Diez años del alcalde más tranquilo de las Rías Baixas: «Non fai falta facer moito ruído, pódese traballar igual»
BARRO
Xosé Manuel Abraldes, que si el BNG así lo quiere volverá a presentarse a las elecciones en el Concello de Barro, dice que «o 2025 vai ser histórico» por las inversiones de la Xunta que logró atraer el Concello
17 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Xosé Manuel Fernández Abraldes (Barro, 1961), alcalde de Barro por el BNG, eligió este jueves el entorno de Barosa, el punto turístico por excelencia de su municipio, para hacer balance de sus diez años como regidor. Eso posibilitó una foto suya con la cascada y dio pie a una gran paradoja: porque Fernández Abraldes es, exactamente, todo lo contrario a ese agua que baja atropellada y que tanta sensación de descontrol da. Con él siempre se cumple el guion —hasta cuando de repente le mandan quitarse la bufanda para hacer una foto se lo piensa y rosma—. Prudente y reflexivo a partes iguales, es por excelencia, el alcalde tranquilo. Y con esa serenidad y aplomo tan suyos habló de lo que ha pasado en esta década y lo que se avecina para Barro. Se mostró cauto pero contento y, con su marca habitual de la casa, habló de lo suyo sin meterse con nadie. Todo al contrario, agradeciendo a Administraciones de otro color político, en este caso la Xunta, las inversiones que va a acometer en el municipio. Porque, dijo Fernández Abraldes, «o 2025 vai ser un ano histórico en Barro».
Abraldes, muy consciente de que Barro es un concello pequeño que compite con otros muy grandes a la hora de acaparar inversiones, dijo que el esfuerzo de su gobierno en estos años se centró en ponerle las cosas fáciles a las Administraciones para que se decanten por gastar dinero en este municipio. Recordó que se presentó ante la consellería de Sanidade «cos deberes feitos», para que esta construyese un nuevo centro de salud. Y que la Xunta se hizo cargo de esa necesidad y a finales del 2024 adjudicó la redacción del proyecto. El alcalde, tirando nuevamente de esa prudencia que le caracteriza, indica que ahora habrá que esperar unos meses porque las tramitaciones en la Administración son lenta, así que no cree que antes del verano se adjudique la obra. En todo caso, lo importante es que se hará. Y el cambio de ubicación del ambulatorio servirá para alcanzar otro reto: «Queremos tirar o centro de saúde vello e xa temos aí terreos para un edificio de uso social e cultural onde o principal é darlle servizo ás persoas maiores, que teñan un lugar onde poder estar a diario».
El otro motivo por el que el 2025 se espera que sea un año clave en Barro es por la depuradora, que la Xunta incluyó en sus presupuestos. Una vez más, Abraldes indicó que fue fundamental presentarse con el camino sachado y mondado para que Medio Ambiente apostase por Barro. Contó que tras una primera toma de contacto por este asunto le dio la sensación de que el proyecto se iba a tardar en hacer. Así que su gobierno decidió «lanzarse á piscina» y que fuese el Ayuntamiento el que lo redactase. Eso hizo que en el siguiente encuentro con la Xunta se presentase ya con ese documento y hasta con la declaración de impacto ambiental. El mandatario confiaba en que así tendría más posibilidades, pero aún así se llevó una grata sorpresa cuando vio que la Xunta ya apuesta por una primera consignación económica para la depuradora en el 2025.
Diez años son muchos, pero a la vez pocos. Quizás por eso Abraldes piensa ya en su futuro y en el futuro político de Barro, que de momento van de la mano. Dice que si sus compañeros del BNG lo quieren se volverá a presentar a las elecciones. Y lo hará a su estilo: «Non fai falta facer moito ruído, pódese traballar igual», proclama el mandatario.