Más de 50 millones en proyectos, pendientes del nuevo Gobierno

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

MARÍN

capotillo

Pontevedra, Marín, Vilagarcía, Lalín y A Estrada esperan a que se falle el plan DUSI

29 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Más de cincuenta millones de euros en proyectos subvencionados con fondos europeos y tramitados desde el Ministerio de Hacienda están en el aire en las comarcas de Pontevedra, Arousa y Deza desde hace meses. El actual Ejecutivo estatal, al encontrarse en funciones, no ha podido resolver estas subvenciones, en mayo como estaba previsto, por lo que ocho meses después de que los concellos entregasen sus peticiones en Madrid, todavía no saben si dispondrán de todo, parte o nada de las ayudas tramitadas ante Hacienda. Se trata de los proyectos propuestos a través de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (DUSI), financiado con fondos europeos y canalizados por la Administración central.

La UE impulsó esta línea de subvenciones con el fin de revitalizar y modernizar los ayuntamientos, favoreciendo la implantación de nuevas tecnologías y la recuperación de ámbitos urbanos y mejora de zonas degradadas. Muchos gobiernos locales vieron en esta estrategia una posibilidad de conseguir sacar adelante iniciativas que, de otra forma, tardarían años, si es que se llegan a hacer algún día. Una de las condiciones impuestas en las bases de la convocatoria consistía en que los concellos debían consultar a sus vecinos para garantizar, en la medida de lo posible, la colaboración social.

En la provincia numerosos ayuntamientos optan a conseguir estas ayudas europeas. Entre ellos destacan Pontevedra, con una propuesta total de 18 millones de euros; Marín, 18 millones; A Estrada, seis millones; y Vilagarcía y Lalín, con iniciativas por cinco millones cada uno. Una proporción de estos presupuestos los tendrían que aportar los concellos, pero la inmensa mayoría del coste lo asumiría la UE a través de los fondos FEDER, siguiendo la programación europea del período 2014-2020.

Los proyectos contemplados en el DUSI son muy variados, aunque siguen una serie de pautas generales. En la mayoría de los casos, los ayuntamientos plantearon programas de rehabilitación de cascos históricos o barrios que precisan de un cambio de imagen. Pontevedra, por ejemplo, aboga por la creación de una red de sendas entre parroquias; la erradicación del poblado chabolista de Ponte do Couto, junto al río Gafos; iniciativas para dinamizar el entorno del mercado de la calle Sierra y, por extensión, de la parte norte del centro histórico de la ciudad; la creación de infraestructuras deportivas; impulsar la Administración electrónica; y mejorar en eficiencia energética en las instalaciones públicas, entre otras.

Las consultas se realizaron a lo largo del año pasado. Las propuestas se presentaron en enero y los concellos esperaban que se fallasen los resultados en mayo, siguiendo el cronograma original. La falta de acuerdo a la hora de nombrar un nuevo Gobierno en Madrid ha supuesto un freno a este último paso y no parece que vaya a poder desbloquearse este proceso hasta que en España se resuelva la situación de interinidad del Ejecutivo central. No está claro si la UE aguantará estas subvenciones en suspenso por mucho más tiempo o si existe riesgo de perderse completamente. En los gobiernos locales se confía en que finalmente no haya problemas y que también, como consecuencia de un retraso tan dilatado que es ajeno a los concellos, que se haga un reparto de los fondos que permita que la mayoría poner en marcha parte de sus proyectos.

Los concellos se encuentran sin interlocutores para resolver cuestiones pendientes

El ambiente de interinidad que se vive en la Administración estatal desde hace ocho meses crea problemas para los gobiernos locales que se encuentran con que, en muchos casos, no tienen un interlocutor válido sobre temas pendientes y que afectan a sus vecinos. Y también hay ocasiones en que sí hay interlocutor, pero no hay posibilidad de avanzar en las peticiones porque no hay partida presupuestaria para el 2017 ni viabilidad de adquirir compromisos, pendientes de saber quién gobernará España.

En esta situación se encuentran, por diferentes circunstancias, Vilaboa y Sanxenxo. El ejecutivo local de Vilaboa tiene ante sí el reto de aprobar un PXOM, resolver el conflicto de los núcleos de litoral afectado por Costas y que Fomento atienda sus solicitudes sobre el impacto de nuevas infraestructuras como la A-57.

En el caso de Sanxenxo, por otra parte, el ejecutivo local aspira a que el Ministerio de Fomento incluya en su lista de monumentos beneficiarios de las ayudas del 1 % Cultural al pazo de Quintáns, en Noalla. Hacen falta algo más de dos millones de euros para que este edificio, que lleva una década abandonado, pueda convertirse en un centro de interpretación de A Lanzada. Sin embargo, con los cambios en el ministerio y sin saberse todavía cúando habrá Presupuestos Generales del Estado, todo está en el aire. Un convenio de Concello, Xunta y Fomento permitirá la renovación de la plaza de abastos de Cambados, pero los plazos se están dilatando por problemas con Portos. En el Ayuntamiento confían que esto no ponga en peligro la aportación estatal.