Alberto Núñez Feijoo ya es para Miguel Anxo Fernández Lores «querido presidente». Al menos, así es como se dirige el alcalde al titular de la Xunta en la carta que le envió ayer para felicitarle por su investidura y para invitarle a visitar de nuevo el Concello para avanzar en cuestiones pendientes.
Es una simple fórmula de cortesía, sí, pero a nadie se le escapa que la relación entre el Concello de Pontevedra y la Xunta de Galicia ha experimentado un cambio de rumbo en los últimos meses. El giro del gobierno autonómico con respecto al futuro de Montecelo y del hospital único, el avance del edificio judicial y el proyecto de reforma de la antigua sede de Benito Corbal, o la sintonía existente para remodelar el entorno de las dos estaciones -incluida la insólita disponibilidad existente ahora en Santiago para construir un acceso directo para buses desde la avenida de Josefina Arruti, una demanda que el Concello hizo y reiteró sin éxito antes de acometer el desdoblamiento de la avenida de Vigo-, son una muestra de que tras años dándose la espalda, existe un acercamiento entre ambas Administraciones.
Quedan todavía muchos asuntos pendientes -la variante de Alba, avanzar en el saneamiento del rural y de la ría, el dragado del Lérez o la construcción de un nuevo pabellón son solo unos cuantos-, pero ahora se ve una mayor receptividad.
Por eso Lores evitó hacer leña con el gobierno continuista al 100 % que nombró Feijoo. Allí donde otros ven más de los mismo, el alcalde optó por ver las cosas con un cristal diferente. Aunque aboga por un cambio de políticas, no ve que esta reedición del gobierno de la Xunta sea tan negativa a nivel local. «Que as persoas sexan as mesmas ten un efecto positivo porque polo menos xa conocen as demandas de Pontevedra», afirmó.
Y en ese clima de respeto institucional, seguro que Feijoo encuentra un hueco en los próximos meses para rendir una visita institucional al Concello de Pontevedra.
Al menos, es casi seguro que lo hará antes que Mariano Rajoy, a quien el alcalde también escribió con motivo de su primera investidura como presidente del Gobierno a finales del 2011. Además de felicitarle, le invitaba a visitar oficialmente el Concello. Entonces, el jefe de gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, respondió a la misiva: «En relación con su solicitud, le comunico que tomamos nota en el gabinete del presidente, al objeto de buscar el momento más adecuado para realizarla». Pero ese momento nunca llegó. Pese a que Rajoy a estado en Pontevedra en numerosas ocasiones, nunca a visitado el Concello. Y ahora que es «persona non grata», no parece que esa visita vaya a producirse.