El confinamiento acentuó sus ganas de emprender y ahora triunfa con la cosmética natural desde Pontevedra

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

Nanda Castro impulsó Gaura y en solo un año se vio compitiendo con grandes marcas de belleza. No se pone techo un un proyecto que destila pasión

11 sep 2021 . Actualizado a las 14:21 h.

Nanda Castro no entiende de desperdiciar el tiempo, sabe gestionar cada minuto para intentar convertir las 24 horas del día en el doble de productividad. Fue pionera en poner en su tienda Aromara un horario especial de conciliación con dos tardes a la semana para estar con su hija Mara, pero no es tiempo de descanso. Su cabeza no para cuando baja la verja de la tienda de la calle Marquesa, en Pontevedra. Así que cuando en marzo del 2020, se decretó el confinamiento total de la población, ella optó por echar a andar una idea que ya le rondaba por la cabeza, poner en marcha una marca de cosmética natural.

Algunos de sus proveedores la animaron a cumplir un sueño que le costó meses de formulación junto a un laboratorio especializado para dar con el producto deseado. Tenía varias exigencias: nada plásticos y todo natural. A partir de ahí, solo quedaba dar con la mejor versión de unas cremas que salieron al mercado bajo el nombre de Gaura y se han colado en las revistas especializadas de moda y belleza de tirada mundial. Así, está cosmética ocupó páginas en Vogue, Glamour, Tendencias o Mujer Hoy. «¿Sabes lo que supone eso? Es una pasada, compartes espacio con grandes marcas», comenta. De Pontevedra dio el salto a las planas de publicaciones internacionales y Nanda Castro no puede estar más feliz. «No hay techo, cada vez el público está más concienciado con un estilo de vida eco y buscan marcas acordes. La mayoría de los que compran, repiten, lo que quiere decir que les gusta el producto», señala la responsable de una marca que lleva más de ella de lo que parece a simple vista. «Gaura es una flor fuerte que resiste cambios de temperatura y temporales». Así se define ella a sí misma. «Soy metódica, perfeccionista y cuadriculada, por eso también el logo es con líneas rectas que recuerdan a los azulejos portugueses. Es una forma de recordar que apostamos por lo tradicional», comenta la responsable de la marca, que solo usa cristal o material reciclado para sus envases.

Nanda Castro lleva años vendiendo cosmética y velas. Esa experiencia durante tanto tiempo le valió para discriminar qué quiere y qué no sus clientas. «Yo no vendo nada que no haya probado, nunca lo hice», apunta esta emprendedora, que reconoce que le costó llegar a obtener las cremas, geles y champús que ahora comercializa. «Durante el confinamiento estuvimos probando distintas formulaciones sin poder tocarlas, no hicimos pruebas hasta que se pudo salir. Teníamos claro lo que queríamos obtener y el 7 de septiembre de hace un año lo lanzamos», subraya.

Nanda no está sola en esta batalla en un mundo muy competitivo. Detrás del mostrador de Aromara cuenta cómo nació Gaura. En apenas una hora de conversación para una y mil veces para atender a clientes que entran buscando productos naturales. «Es un síntoma de cómo está cambiando todo», señala. Y prosigue citando a todos los que la rodean. Porque si algo tenía claro al empezar es que esto «no era Nanda haciendo fórmulas en casa y envasando en botes de mermelada. Tengo detrás uno de los laboratorios más grandes de cosmética y hasta el mínimo detalle está estudiado y pensado», advierte Castro, que reconoce que «Gaura tiene mucho de mí». Y es que habla de ella como de un hijo, al que ve madurar.