Pontevedra amenaza con cortar el agua al polígono de A Reigosa

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Polígono empresarial de A Reigosa, en Ponte Caldelas
Polígono empresarial de A Reigosa, en Ponte Caldelas ADRIÁN BAÚLDE

Reclama al Concello de Ponte Caldelas una deuda de un millón de euros y el alcalde caldelano, Andrés Díaz, cuestiona la deuda aunque se abre a negociar un nuevo convenio «máis xusto»

13 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Pontevedra reabre una nueva disputa por impagos en el suministro de agua. Cerrados hace años los capítulos pendientes con Marín — que llegó a acumular una deuda de 1,4 millones de euros—, con Poio y con Bueu, esta vez, se va contra el Concello de Ponte Caldelas con el polígono industrial de A Reigosa como víctima colateral: la Xunta de Goberno local de la ciudad del Lérez aprobó este jueves remitir un requerimiento al Concello caldelano trasladándole «a necesidade de regularizar o convenio para a distribución de auga potábel ao polígono da Reigosa xa que está caducado dende 2020» y que la deuda acumulada supera el millón de euros, concretamente asciende a 1.086.886 euros. Se da dos meses para regularizar la situación, bajo amenaza de cerrar literalmente el grifo al polígono industrial si pasado ese tiempo no hay avances.

La medida afectaría a las más de una decena de firmas ubicadas en A Reigosa, entre las que figuran empresas como Setga, la conservera Orbe, Aludec o Pontevedresa Group.

El concejal César Mosquera (BNG) dio cuenta del acuerdo adoptado por la Xunta de Goberno y de la remisión del escrito a Ponte Caldelas. Explicó que el convenio que regía el suministro de agua a las empresas instaladas en A Reigosa expiró en octubre del año 2020 y nunca se renovó. Ese acuerdo era con el Concello de Ponte Caldelas, y era este el encargado de abonar el servicio a Pontevedra. Tanto el abastecimiento de agua como la tasa de alcantarillado.

Según se explica desde Pontevedra, aun con el convenio expirado, Ponte Caldelas abonó dos facturas a Pontevedra: las correspondientes al último bimestre del 2020 y al primero del 2021. Desde entonces, nada de nada. Pontevedra ha seguido girando los correspondientes recibos, y la deuda ha ido acumulándose hasta alcanzar esos 1.086.886 euros.

Las empresas sí pagan

Pese a dejar de pagar a Pontevedra, Ponte Caldelas sí cobra a las empresas por el suministro de agua, tal y como se refleja en los padrones que el Concello caldelano publica regularmente en el Boletín Oficial de Pontevedra.

Mosquera subrayó que el gobierno local de Pontevedra actúa ahora apremiado por sus servicios económicos ante el crecimiento de la deuda y ante la posibilidad de crear un agravio con las empresas ubicadas en el vecino polígono de O Campiño, que podrían llegar a demandar al Concello «por defraudación de recursos públicos».

EL recibo que pasa Pontevedra a Pontevedra por el agua de A Reigosa es de la misma cuantía que se gira a las empresas ubicadas en O Campiño: 115,88 euros al bimestre por «cota de servizo por dispoñibilidade», a los que se suman 15,36 euros a bimestre si el consumo es menor a 45 metros cúbicos, y 0.658 euros por metro cúbico para las que superan ese consumo

Sobre la posibilidad de suspender el suministro a A Reigosa, el concejal pontevedrés subrayó que «a nosa vontade non é cortar a auga, pero si que Ponte Caldelas cumpra coas súas obrigas». No obstante, matizó que el escenario de llegar a cerrar el grifo es real ya que el suministro a este polígono es exclusivamente para uso industrial, no hay ningún usuario doméstico afectado.

Desde Pontevedra, en cualquier caso, se confía en que la situación se pueda reconducir, para lo que se darán facilidades a Ponte Caldelas para saldar la deuda. Mosquera recordó el caso de Marín y el suministro de agua al Puerto, un conflicto que se alargó durante años y que se saldó con un acuerdo entre ambos Concellos en el 2013.

Andrés Díaz: «Probablemente sexa Pontevedra que nos debe cartos a nós»

El alcalde de Ponte Caldelas, Andrés Díaz (PSOE), se abre a negociar un nuevo convenio que resulte «máis xusto para ambas partes, comezando de cero e facendo borrón e conta nova». Pese a mostrar esta voluntad, no acaba de reconocer la existencia de la deuda que reclama Pontevedra, incluso cree que podría ser al revés: «Durante moitos anos nos cobraron moitos cartos de máis, mentres Ponte Caldelas tiña que asumir a maioría do gasto, incluso reparacións de elevado custe. Se botamos a conta, probablemente sexa Pontevedra quen nos debe cartos a nós».

Díaz insiste en que el convenio que caducó en el 2020 «era irregular, porque Pontevedra esixía toda a recadación das empresas cando a maior parte do gasto o tiña que asumir o Concello de Ponte Caldelas: bombeo, mantemento das infraestruturas, consumo eléctrico... porque se atopan no noso concello. Tamén nos obrigaba a cobrar bimensualmente o mesmo custo cas empresas do Campiño, vulnerando a nosa autonomía local».

Añade que «o contador da empresa que xestiona o servizo municipal de auga de Pontevedra nunca coincide coas medicións dos contadores das empresas» sino que «sempre resultaba ser miles de litros maior sen que existan fugas na rede de abastecemento no polígono». Por ello Díaz entiende que se trataba «dun convenio con ánimo de lucro», y deja entrever que lo firmó casi obligado: «Atopeino xa informado polos técnicos municipais de Ponte Caldelas e Pontevedra en 2015, asinándoo nas primeiras semanas de mandato».