
El agua erosionó la base de las vallas, que derribó el viento
20 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El paso de Ana sobre A Lanzada agravó el deterioro del acantilado en el acceso al conjunto de la torre y de la ermita románica, mientras Costas todavía no ha informado sobre la ejecución de los trabajos para reforzar el talud. El impacto de la ciclogénesis fue noticia especialmente porque se llevó por delante una parte del paseo de madera del otro extremo de la playa y la depositó al otro lado de la carretera. Sin embargo, los destrozos causados en el entorno del acceso a la ermita y su conjunto histórico también reclaman una intervención inmediata.
Las lluvias torrenciales de estos primeros días de diciembre crearon arroyos que crearon numerosos surcos en la arena del acceso y que acabaron dirigiéndose hacia el punto del acantilado desmoronado. Allí, el agua excavó y debilitó de tal manera el talud que acabó provocando nuevos desprendimientos, que se pueden observar a simple vista. Por su parte, los fuertes vientos de esas jornadas incidieron con especial fuerza en este tramo litoral, hasta el punto de doblar los anclajes y provocar la caída de varias piezas de la valla metálica que aísla el punto más peligroso del vial. Las vallas y el precinto que colocó la Policía Local de Sanxenxo para evitar riesgos no han tenido muchos resultados prácticos. Las vallas están tiradas por el suelo y el precinto está roto.
El continuo deterioro del acantilado de A Lanzada es un asunto que causa gran malestar en Noalla, donde los vecinos no entienden por qué se está tardando cuatro años en reparar el desplome. El principal escollo se encontró en la Dirección Xeral de Patrimonio, que informó en contra de la propuesta diseñada en su día por Costas y pactada con el tripartito sanxenxino.
Un año después de este parón forzoso de los trabajos, Patrimonio aceptó las alegaciones del Concello de Sanxenxo, por lo que lo único que falta es que Costas asuma sus competencias, dote de partida la obra y la ejecute. El proyecto prevé medidas de contención del muro similares al aplicado en las autopistas y que también se llevó a cabo hace dos años en Paxariñas.