Arte para la Costa da Morte

La Voz

SANTIAGO

XOÁN A. SOLER

Patio de vecinos Sucasas y Alejandro Costa ofrecen obras a subasta para ayudar a la juventud de Muxía; y la asociación vecinal Casa Agraria, de Meixonfrío, cumple sus primeros 25 años

24 nov 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

El Aula de Cultura de Caixa Galicia fue ayer el escenario de una subasta solidaria de arte. Los promotores del evento fueron el presidente de la Fundación O Grelo, Jesús Busto Peteiro; el alcalde de Muxía, Alberto Blanco Rodríguez; y el patrocinador del Trofeo Manolo Martín, Manuel Martín Gómez. El motivo fue la subasta de diversas obras de arte donadas por los pintores gallegos Alfonso Sucasas y Alejandro Costa en beneficio de los estudiantes universitarios y de formación profesional, hijos de marineros y jubilados de Muxía y afectados por el desastre ecológico del Prestige, justo pasados pocos días de cumplirse el primer aniversario. La asociación vecinal Casa Agraria, de Meixonfrío, celebró este fin de semana sus primeros veinticinco años de existencia con una misa, un vino y una actuación musical. En los actos conmemorativos estuvo la directiva en pleno, con su presidente Manuel Ferro González a la cabeza, acompañado por José Manuel Pita Pereiro, Maite Vázquez Fraga, Carmen Taboada García, Purificación Ouro Delgado, Olegario Castro Gigirey y Antonio Cendal García. La Casa Agraria se halla convertida ahora en un centro social, cultural y recreativo de la red municipal. La asociación que aglutina los intereses de los vecinos de Meixonfrío, Mallou, Salgueiriños, Forniños y Pulleira confía en no tener que esperar otros veinticinco años más para hacer realidad sus reivindicaciones básicas: un parque en el monte Pozo da Neve, un polideportivo, una plaza en el Campo do Cruceiro, guardería infantil, alumbrado y limpieza de la avenida de Asturias y cesión de terrenos para la construcción de una iglesia. El listado de peticiones ya lo han hecho llegar a los despachos municipales del pazo de Raxoi. Las escaleras de A Quintana fueron ayer por la tarde escenario idílico para aprovechar los rayos del sol vespertino de otoño que se dejó ver después de unos días de lluvia y de cielo gris. Así que la praza fue ayer más de vivos que de muertos.