Los catálogos son la memoria que documenta y perpetúa cualquier montaje expositivo. Así lo reconoció Carmelo Puertas Mosquera en la presentación del volumen que reúne los 799 gravados que conforman la exposición Galicia no gravado antigo , abierta hasta el 2 de diciembre en el Pazo de Fonseca, que son parte de su importante colección. El coleccionista intervino en la concurrida presentación del libro, del que cada uno de los cerca de cien asistentes recibió un ejemplar, celebrada en la capilla del Hostal dos Reis Católicos, para significar que se siente muy satisfecho de ver cumplido el sueño de todo coleccionista, que no es otro que el de presentar en sociedad sus piezas en una exposición pública. Si, además, se edita un catálogo, «es la culminación», pero no el final de su afán por conseguir nuevas piezas para este fondo privado al que el alcalde y presidente del Consorcio, José Sánchez Bugallo , espera «atopar unha fórmula para que permaneza ao servizo de toda a comunidade», es decir, para que pase a formar parte de una institución pública (¿como el Museo de Santiago e das Peregrinacións, quizá?). Bugallo presidió el acto porque el Consorcio fue el promotor y organizador de la exposición y el editor del voluminoso libro, contando con la colaboración de la Universidad de Santiago, por la que intervino el vicerrector de Cultura, Elías Torres , y de la Fundación Caixa Galicia, representada por el subdirector de sedes, José Victorio Nogueiras . El gerente del Consorcio, José Manuel Villanueva , se mantuvo en un discreto segundo plano, y como maestro de la ceremonia actuó el coordinador de publicaciones del organismo interadministrativo, Juan Conde . Al acontecimiento no faltó nadie de los que debían estar de la sociedad compostelana, amigos y compañeros de Carmelo Puertas. Asistió desde el portavoz de la oposición municipal, Gerardo Conde Roa , hasta el catedrático de Económicas Luis Caramés , el ex edil Francisco Candela o el catedrático de Arte Andrés Rosende . Llegó tarde el autor del estudio que figura en el libro, Ignacio Cabana , y no faltó a la cita Carolina Puertas , responsable de la catalogación de las obras.
La primera folclórica que creyó en Toni Benítez como diseñador y modisto fue Lola Flores , que le encargó un traje de alta costura para un espectáculo. Después no fue exactamente coser y cantar, pero casi, porque su buen hacer se extendió en el mundillo del espectáculo y llegó al de la alta sociedad y al de la aristocracia. Entre sus clientas están la Reina Sofía y las infantas Elena y Cristina , además de la duquesa de Alba. Este sevillano que se hizo diseñador en Suiza y que empezó con los botones para grandes de la alta costura como Pertegaz y Elio Berhanyer , cerró el curso Moda siglo XXI: Empresa y Arte en el colegio mayor Arosa hablando sobre La sencillez de lo bello , un discurso que domina en su particular estilo especializado en trajes de novia, para madrinas de boda y para fiesta. Y mostró al público algunos bocetos de singulares diseños que confeccionó para miembros de la realeza.
También estuvo de bautizo literario el escritor Arcadio López Casanova . Presentó en el salón de Ámbito Cultural de El Corte Inglés Caeira dos días, un libro editado por Biblos Clube de Lectores en la colección Mandaio que reúne poemas de anteriores y sucesivos ciclos líricos, pero que configuran una obra nueva «coa súa propia organicidade e razón unitaria», en palabras del poeta, que estuvo acompañado por el director literario de Biblos, Tucho Calvo , y por el profesor Luís Alonso Girgado , investigador y coordinador científico del área de literatura del Centro Ramón Piñeiro.