Arrecia el conflicto del cementerio de Santa Comba tras una protesta bajo el lema «Panteón acabado, pagamos de contado»
03 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Lo de los panteones de la ampliación del cementerio parroquial de Santa Comba parece la historia de nunca acabar. Ayer se escribió un nuevo capítulo con una manifestación desde el camposanto hasta el campo de la feria, protagonizada por más de medio centenar de xalleiros afectados que exigen al cura párroco una solución definitiva a un problema que vienen arrastrando desde el año 2001.
La protesta de ayer contó, además, con el seguimiento del programa de televisión del humorista Xosé Luis Bernal Farruco. Uno de los portavoces, Rafael Suárez, recordó algunos de los entresijos del conflicto parroquial: «Tanto o cura como a comisión prometéronnos un proxecto, e agora dánnos outro. Faltan unha ducia de cousas por facer, e ata velas feitas nós non imos pagar, aparte do que decidan os xuíces», debido al proceso abierto en Carballo contra el constructor, José Bardanca.
«En Santa Comba somos un pobo de xente moi pacífica, pero chegamos a un punto que mexan por nós e parece que temos que calar», exclamó ayer Rafael Suárez.
Pero como la paciencia tiene un límite, a los cerca de ochenta afectados que se niegan a efectuar el último pago si no ven realizadas las mejoras prometidas en el contrato -entre ellas, unas placas con el nombre de las familias en piedra, y no de chapa-, así como su rechazo frontal a la famosa tasa parroquial de 250 euros que les exige el cura a cambio de que los panteones pasen a su propiedad, el problema se ha ido recrudeciendo de tal manera que resulta un esperpento comprobar cómo una y otra vez ninguna de las partes tenga la mínima cordura para poner un poco de orden y buscarle de una vez una salida consensuada.
Todos los concentrados portaban las populares camisetas con el lema Panteón acabado, pagamos de contado, en su parte delantera, mientras que en la espalda rezaba Por mor duns lambóns, oito anos sen panteóns.
Lo curioso fue ver a vecinos, que aún habiendo pagado la totalidad del precio convenido en el año 2001, ahora se arrepienten de haberlo hecho, a sabiendas de la injusticia que con ellos llevan cometiendo algunos desde hace tantos años.