Después de la victoria ante el Unicaja, Héctor Manzano rememoraba que el equipo había encontrado su identidad en Vitoria. A partir de ahí, el Obradoiro hizo de la defensa su primer mandamiento y cada vez que ha dejado al rival por debajo de los setenta puntos se ha llevado el gato al agua. Hay otro dato significativo: cuando el rival de turno abusa del triple, e incluso llega sumar más lanzamientos de tres que de dos, las opciones de triunfo para el Obradoiro crecen. A los entrenadores no les suele gustar esa dinámica. Ni siquiera cuando el resultado es favorable, como le sucedió al Valencia de Neven Spahija. En las cinco victorias conseguidas hasta la fecha, las estadísticas dicen que el Fuenlabrada totalizó 30 lanzamientos dobles y 27 triples; el Manresa, 29 y 28; el Unicaja 37 y 24; el Lagun Aro Guizpuzkoa Basket 26 y 22; y el Real Madrid 32 y 37. Tras el partido frente a los merengues, Messina se quejaba de que sus jugadores no habían sabido buscar los balones interiores y habían buscado la solución aparentemente más sencilla, la de los lanzamientos lejanos. Pero el hecho de que no solo el conjunto merengue haya caído en ese pecado indica que el Obradoiro sabe forzar ese tipo de situaciones. Las ayudas de los jugadores del perímetro para evitar los pases en la pintura son una constante. Frente al Real Madrid, y como ya hiciese también en San Sebastián, el conjunto santiagués hizo una gran interpretación de la defensa en zona. Así lo asegura Pablo Prigioni, uno de los bases más clarividentes del baloncesto europeo: «El Obradoiro planteó bien el juego en zona durante prácticamente treinta minutos. Al final, cuando te juegan tanto tiempo así, cuesta encontrar los espacios. La zona se va ajustando mucho, se cerraron, nos permitieron muchos tiros de fuera y no estuvimos acertados, salvo Lou. Bullock estuvo francamente bien. Los demás hemos realizado muy malos porcentajes y eso también es mérito del Obradoiro, que ha sabido ponernos en problemas». Pruebas a Manzano Por otra parte, hoy se le realizarán a Héctor Manzano las pruebas médicas necesarias para determinar el alcance exacto de su lesión. En un primer momento los síntomas apuntaban a que podría haber una rotura fibrilar. Sin embargo, con el paso de las horas la evolución parece positiva y cabe la posibilidad de que se quede en una contractura. Hoy saldrá de dudas. Jackson sigue avanzando en su recuperación, pero está prácticamente descartado para este fin de semana ya que el club no es partidario de apurar la reaparición por el riesgo de recaída.