Condenado a 21 meses un caco que le robó la tarjeta de crédito a una paciente en el Hospital Clínico

SANTIAGO

19 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

José Antonio Rodríguez Hombre, de 43 años de edad, fue condenado ayer en Vigo a 21 meses de prisión como autor de robos cometidos en centros hospitalarios no solo de la ciudad olívica, sino también de Santiago.

Rodríguez Hombre estaba acusado de estafa y apropiación indebida e, inicialmente, el fiscal solicitó que fuese condenado a tres años de cárcel. Pero aceptó una pena menor, de 21 meses, conformándose con la petición fiscal. Por eso no llegó a celebrarse el juicio en el que estaban citados numerosos miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado que realizaron una ardua tarea de investigación para detener a este individuo, cuyo último domicilio conocido consta en Ortigueira.

La jueza aceptó como atenuante la dilación en el procedimiento, ya que los hechos sucedieron en el año 2004. El 1 de agosto del año 2004, un motorista de Ponteareas que conducía una potente Kawasaki sufrió un grave accidente que motivó su ingreso en el Hospital do Meixoeiro de Vigo. Aprovechando un descuido, José Antonio Rodríguez Hombre entró en su habitación y le sustrajo la tarjeta de crédito.

Unos días después, el 20 de agosto del 2004, el delincuente hizo otra de sus visitas hospitalarias. Esta vez la víctima fue una mujer que estaba ingresada en el Hospital Clínico de Santiago. También le sustrajo el dinero de plástico.

El intruso elegía bien a las víctimas, puesto que seleccionaba a las que estaba muy graves y cuya estancia hospitalaria se preveía larga. Así que el motorista gravemente herido no sospechó nada cuando salió del hospital vigués el 24 de agosto. Al revisar su cuenta corriente se dio cuenta de que se la habían vaciado. Lo mismo le pasó a la paciente del hospital de Santiago.

Interceptado en Santiago

José Antonio Rodríguez Hombre realizó numerosas compras y en total gastó 7.952 euros y 8.985 de las cuentas bancarias de su víctimas en el BBVA y en Caixanova. Las sospechas sobre este hombre, descrito como grueso y desaliñado, comenzaron cuando, en su huida por España repostó en una gasolinera de Santiago. El delincuente pagó el combustible con la tarjeta de la mujer ingresada en el hospital santiagués y el empleado se dio cuenta. José Antonio Rodríguez le arrebató el tique y se fugó y la Guardia Civil emprendió el rastreo.

Para despistar a las fuerzas de seguridad cambió su domicilio a Gerona, aunque no llegó a inscribirse en esta ciudad. Finalmente fue detenido.