Los partidos harán un último intento para que Medio Ambiente minimice el recorte de edificabilidad

La Voz

SANTIAGO

24 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Tanto el gobierno local de Teo, que asume el BNG, como los portavoces del PP, Armando Blanco; y de In Teo, Manuel Parajó, valoraron positivamente la reunión de ayer. Por su parte, el socialista Jano Leis evitó pronunciarse sobre el encuentro ya que afirmó que este asunto lo trataría el comité local del PSOE, que ayer por la noche se reunió por este motivo.

El gobierno teense destacó que «a reunión serviu para clarificar a necesidade de desbloquear a situación urbanística de Teo dotando ao Concello dun Plan Xeral á maior brevidade posible». A mayores, el alcalde, Martiño Noriega, expresó su satisfacción «co clima de colaboración no encontro con Agustín Hernández» y anunció que «o Concello traballará durante esta mesma semana na modificación do tipo de solo do polígono industrial», ya que esta fue la mayor discrepancia destacada por la Xunta.

Tanto Armando Blanco como Manuel Parajó recogieron el guante que la Xunta lanzó durante la reunión cuando dijo que «deixaba a porta aberta a que os representantes do Concello de Teo lles fagan chegar observacións, co obxectivo de ser analizadas pola Xunta de Galicia».

En estas sugerencias, Blanco y Parajó, promotores de un Plan Xeral que desde el año 2002 ha sufrido numerosas modificaciones, desean mantener como suelo de uso industrial y comercial parte de la zona de Cacheiras, una propuesta que el Concello retiró para cumplir las exigencias de la Xunta y que según ambos partidos es muy necesaria para el municipio.

Armando Blanco expresó su convencimiento de que la consellería aceptará estas modificaciones, una inclusión que también avaló Manuel Parajó cuando destacó que si esta revisión no era tenida en cuenta el Plan Xeral corre el riesgo de quedarse atascado porque ambos consideran que el recorte de edificabilidad es excesivo.

Las últimas sugerencias de los partidos llegarán en breve a la Xunta para que se pronuncie con rapidez, lo que permitirá al Concello someterlas de nuevo a aprobación plenaria y si prosperan enviarlas de nuevo a la Xunta para que las ratifique de forma definitiva. Estas peticiones se harán llegar de forma conjunta, aunque todo apunta que no serán consensuadas previamente por los partidos.

El gobierno local calcula que el pleno para aprobar los cambios se celebre en un plazo máximo de un mes, aunque la fecha definitiva dependerá del proceso citado anteriormente. Si es así, la Xunta tendrá un plazo máximo de tres meses para anunciar si aprueba el documento urbanístico de Teo.