El ascenso nunca es fácil. El CAI Zaragoza, siempre con proyectos millonarios, puede dar fe de ello. El Obradoiro, con un presupuesto que se situará en torno a 1,8 millones de euros, destinó 1,4 millones para la plantilla, incluyendo todos los conceptos: salarios, seguridad social, pisos, billetes de avión, etcétera.
Muchos de los jugadores aceptaron firmar por debajo de su cotización de mercado porque confiaron en las expectativas y la solidez del proyecto. Tanto el cuerpo técnico como Bulfoni tienen garantizada la renovación si hay ascenso. Y también está contemplada esa situación con la mayor parte del plantel, si bien previendo una cláusula de penalización tanto para el club como para los jugadores si una de las dos partes prefiere romper el acuerdo.
Equilibrio salarial
El Obradoiro también ha optado por buscar una línea de una cierta homogeneidad salarial, sobre todo entre los jugadores más cotizados, de modo que no hay grandes diferencias entre lo que perciben unos y otros.
En el equipo hay varios nombres que saben lo que es ascender a la ACB: Bulfoni, Hopkins o Junyent ya lo han conseguido. Y, con excepción de Levon Kendall, Deron Washington y Maceo Baston, todos conocen la LEB Oro.
Como decía Raúl López en la presentación de Kendall y Baston, «el puzle está completo». Solo queda que la suerte acompañe en la nueva aventura obradoirista.