Obradoiro y Lobelle apuntan alto

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa SANTIAGO/LA VOZ.

SANTIAGO

Tanto el equipo de Moncho Fernández como el de Tomás de Dios se sobrepusieron en el 2010 a un duro inicio, realmente cruel, y encaran el 2011 con altas expectativas

02 ene 2011 . Actualizado a las 02:17 h.

Son muchos los paralelismos en las trayectorias del Obradoiro y del Lobelle a lo largo del 2010, también en las expectativas. Sueñan con paladear unas mieles que ya conocen, las de la ACB y las del título de la Copa de España.

Si el balance se hiciese por semestres, el que se realiza en el mes de junio sería poco menos que desolador en ambos casos. Al Lobelle se le escapó el título de Supercopa en Vigo a falta de once segundos. Solo tenía que aguantar la última posesión del ElPozo Murcia, y no lo logró. El conjunto de Duda empató casi al límite, forzó la prórroga y ahí ya no perdonó. La crueldad todavía fue mayor un mes más tarde. Los dos equipos se reencontraron en una final, la de la Copa de España, en un Multiusos volcado. Y al Lobelle le anularon un gol fantasma que podría haber forzado el tiempo suplementario y quien sabe si un desenlace favorable a sus intereses.

Vuelco

El Obradoiro empezó el mes de enero como equipo revelación de la ACB. Incluso llegó al último partido de la primera vuelta con opciones de clasificarse para la Copa del Rey. Perdió ante el Estudiantes y a partir de ahí entró en caída libre. Cogió tal velocidad que acabó consumando el descenso en una segunda vuelta calamitosa.

El paralelismo vuelve a ponerse de manifiesto en tanto en cuanto las dos entidades supieron levantarse de la lona después de tan duros golpes.

El conjunto que ahora preside Raúl López tuvo la virtud de saber aprovechar la ola obradoirista que cogió fuerza en la ACB. Como dijo Moncho Fernández en más de una ocasión, un descenso a la LEB suele ir acompañado de una depresión. Pero no fue el caso del Obra, que dejó constancia una vez más de que su historia es un continuo desafío a la lógica. Más de tres mil aficionados volvieron a sacar el abono. El Multiusos de Sar es la cancha que más público está reuniendo cada jornada en la LEB. Y el equipo ha respondido con un balance casi inmaculado, con quince victorias y solo una derrota cuando está a punto de concluir la primera vuelta.

Desde que se puso en marcha el proyecto, en verano, ni jugadores ni técnico ni dirigentes hablaron de la ACB como una exigencia. Pero sí como un objetivo por el que están luchando a brazo partido.

El Lobelle, pese a perder a jugadores contrastados como Eka, Leitao o Mendiola, rompió todos los pronósticos al conquistar la Supercopa en Guadalajara. Cerró la primera vuelta coliderando la clasificación en División de Honor y a medio plazo sueña con su torneo favorito, la Copa de España.