Los seguidores contribuyeron al éxito deportivo y económico
01 feb 2011 . Actualizado a las 17:43 h.La Copa Príncipe tuvo dos grandes triunfadores: el equipo, que conquistó el título, y la afición, que contribuyó con su aliento y su cartera. Los seguidores pasaron por taquilla, pusieron el colorido de las grandes citas y evitaron que el balance económico se cerrase con números rojos. Tuvieron una participación decisiva en el éxito deportivo y en el financiero, porque no perder dinero era el gran objetivo en el área financiera. Con una entrada en torno a cinco millares de espectadores, la recaudación se situó en torno a los treinta mil euros. Cabe recordar que los socios solo pagaban la mitad, es decir, cinco o diez euros, según la ubicación. Entre esa cuantía, los intercambios publicitarios y algún ingreso atípico el club confía en que la Copa no deje secuelas. En cualquier caso, el colectivo obradoirista festejó el éxito el domingo por la noche, ayer tuvo jornada de descanso con un paréntesis para cumplir con el protocolo de la recepción municipal y a partir de hoy toca recuperar el chip de la Liga para empezar a preparar el compromiso del domingo frente el Cáceres. El Obradoiro en el Obradoiro Jugadores y cuadro técnico atendieron puntualmente las obligaciones de la representación. A media mañana acudieron a la plaza que da nombre al equipo, la misma en la que sueñan con repetir una estampa multitudinaria si consiguen el premio más anhelado, el del ascenso. Allí se hicieron una foto que pasará a la historia, porque la Copa Príncipe no deja de ser el primer título nacional desde que se fundase la entidad. Instantes después pasaron por el Pazo de Raxoi para la recepción municipal. Y entre las centenarias paredes y acompañados por una amplia representación de la corporación, tanto el alcalde, Xosé Bugallo, como el presidente, Raúl López, coincidieron en valorar la conquista de la Copa y expresar el deseo de que se convierta en anticipo de la meta meta más codiciada, la del retorno a la ACB. Vuelve la Liga La Copa ha concedido un notable respiro a los restantes equipos. Y entre ellos el Cáceres, que llegará a Santiago con los deberes hechos y muy masticados. El conjunto extremeño lleva quince días preparando este encuentro. Incluso organizó un partido amistoso frente al Ávila de la LEB Plata para apurar la puesta a punto de su jugador franquicia, Mc Coy, que pasó por el quirófano a principios de diciembre, y para continuar con el acoplamiento de Koffi, que se incorporó en Navidades. La única baja segura es la del noiés Antelo, que está lesionado. Y, con relación al partido de la primera vuelta, jugará el cañonero Francis Sánchez, que por aquel entonces se encontraba en el dique seco.