El deporte gallego está ante una fiesta baloncestística, histórica, que perdurará en el recuerdo.
Dos equipos, dos proyectos, dos ciudades luchando por mantener la posibilidad de seguir aspirando a ser ACB, y de paso ser el mejor equipo gallego del momento.
Dos equipos con historia. Con historias muy diferentes y que daban la sensación de estar en trayectorias divergentes, pero que el destino, y su buen hacer, se ha encargado de emparejar.
Una fiesta en la que habrá reencuentro de varios protagonistas, ( Raúl López, Chete Pazo, Moncho Fernández, Alberto Corbacho) con viejos amigos.
Una fiesta en la que no existe el protocolo, y tanto luce el traje sobrio y elegante del juego del Obradoiro, como la fachada juvenil y descarada del juego lucense.
Se prevé igualdad, emoción, y tensión, en la pista, en la grada y en la prensa, pero bien haríamos en dejar que los protagonistas sean los equipos, y que estos se expresen, sobre todo, en la cancha.
Los ojos del baloncesto español nos estarán observando. Ambos equipos ya han demostrado que tienen sitio en la ACB, ahora nos toca a las aficiones y ciudades conseguir un ambiente espectacular, sano y deportivo, que sea un ejemplo de rivalidad, educación y apoyo a unos colores.
Que empiece la fiesta y que gane el...
....que gane el Obradoiro