Máxima de Holanda cautiva a los caribeños

La Voz

SANTIAGO

06 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Cada vez parece más claro que la heredera al trono holandés, Máxima, esposa de Guillermo de Orange, se siente muy cómoda en su papel de princesa. Durante los diez días de visita oficial con la reina y su marido por las hasta hace un año Antillas Neerlandesas, Máxima se ha convertido en el indiscutible centro de atención por su sonrisa, su afán de atender a todo el mundo y sus impecables y coloristas estilismos.

La primera escala de la gobernante neerlandesa a las que fueron sus colonias en el pasado fue Bonaire, en la isla de Aruba, e incluyó un crucero por los manglares y varias inauguraciones. Después se pasaron por Saint Martin y terminaron el periplo en San Eustaquio, donde visitaron un centro de mayores, el jardín botánico y el museo histórico. Allí la princesa Máxima no dudó en bailar con una de las mujeres de la isla una danza local.

Desde octubre del 2010, los ciudadanos de las Antillas votaron para dejar de ser un archipiélago y formar estados que, aunque reconocen a la reina Beatriz como su soberana, son independientes de Holanda.