Las tribulaciones de Chete Pazo en el Obradoiro

M.G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Chete Pazo no mantiene relación profesional o laboral alguna con el Obra, pero nunca le podrá dar la espalda a un club en el que apuntaba maneras de gran base cuando era un juvenil

17 nov 2011 . Actualizado a las 18:03 h.

Chete Pazo no mantiene relación profesional o laboral alguna con el Obradoiro. Pero nunca le podrá dar la espalda a un club en el que apuntaba maneras de gran base cuando era un juvenil, y que ha tenido mucho que ver en su vinculación con el baloncesto profesional.

Hace algo más de un año había tomado la decisión de dejar a un lado el mundo de la canasta. Pero fue la llegada de los actuales rectores de la entidad la que lo animó a reconsiderar su situación y ponerse manos a la obra en la confección del proyecto para la LEB Oro.

La campaña resultó redonda, pero ello no fue óbice para que, de nuevo, optase por descabalgarse del baloncesto. El curso acabó en junio, el tiempo apremiaba y aceptó una prórroga para ponerse manos a la obra en la elaboración del colectivo para competir en la Liga Endesa.

Cambio de actividad

Y esta vez sí, completada esa tarea ya no hubo marcha atrás. Terminó su vinculación con el club y cambió de escenario profesional, de las canastas a la docencia, para reencontrarse con el Colegio Juventud. Ahora disfruta del baloncesto desde la barrera.

En cualquier caso, no se fue dando un portazo ni acabó enfrentado a nadie. Entre otras cosas, porque es obradoirista y de los sentimientos no se dimite.

Tal y como apuntaba Raúl López en la entrevista publicada ayer, tiene feeling con el entrenador. Ya lo había antes de coincidir en el Multiusos de Sar y hablan con frecuencia, aunque en un plano coloquial, sin más propósito que el intercambio de impresiones.

La relación personal con el presidente viene de mucho tiempo atrás. Y, si bien han tenido disparidad de criterios en más de una ocasión, han sido capaces de no llegar al extremo de acabar enemistados. De hecho, la de Chete Pazo sigue siendo una de las voces que más escucha Raúl López cuando se ponen sobre el tapete cuestiones relacionadas con el baloncesto y con el equipo.

En cualquier caso, Chete Pazo ya no es el director deportivo del Obradoiro ni cobra del club. Puso punto y final a su etapa profesional sin dejar de brindar su apoyo incondicionalmente, pero de manera informal y desinteresada.